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El mexicano Uriel Moreno “El Zapata” triunfa en feria andina del Arcángel

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EFE

El diestro mexicano Uriel Moreno “El Zapata” salió hoy por la puerta grande en la feria del Arcángel de San Miguel, localidad del centro andino de Ecuador, en la provincia de Bolívar.

Compartió plaza con el torero ecuatoriano Guillermo Albán, quien cortó una oreja y dio la vuelta al ruedo, y con el colombiano Cristóbal Pardo, cuyas dos faenas fueron silenciadas.

El mexicano indultó a su segundo toro, al que cortó dos orejas y rabo simbólicos.

Con la plaza llena, se lidiaron astados de los hierros de San Fermin y Casajuan.

“El Zapata” recibió al primero de la tarde con una larga cambiada. Repitió el lance, tras lo cual el astado saltó a la parte interior del callejón.

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Colocó los rehiletes con más voluntad que acierto y en la faena de muleta empezó con doblones movidos debido a las malas condiciones de su antagonista, que perdió fuerza, lo que obligó al torero a matar con rapidez. Palmas.

Al cuarto lo recibió con otra larga cambiada seguida de verónicas templadas y le realizó un quite por calecerina y navarras. Le colocó los tres pares de banderillas, de los que destacó el primero.

Con la muleta recibió con pases por alto rodilla en tierra, continuó con una tanda de derecha que derrochó arte, se adornó por molinetes, realizó una tanda más que remató con el respectivo desplante. Tomó la espada e hizo varios adornos antes de indultar. Dos orejas y rabo simbólicos.

El ecuatoriano Guillermo Albán comenzó la lidia del segundo toro con verónicas ceñidas rematadas rodilla en tierra.

Con la muleta realizó cambiados por la espalda de gran valor y técnica, cuajó varias tandas de naturales del agrado del respetable, y siguió por circulares invertidos rematados con un forzado de pecho.

Continuó con pases por la mano derecha de temple y torería, realizó un par de tandas más, se adornó por manoletinas, tomó la espada y pinchó. En el segundo intento colocó una estocada certera. Oreja.

Al quinto, Albán lo recibió por verónicas de poca lucidez dado lo peligroso del toro, que saltó al callejón e hirió a un espectador.

Tras un puyazo que dejó sin fuerza al astado, el diestro nacional realizó unas pocas tandas con la muleta y se dispuso a matar pinchando al primer intento y matando al segundo. Vuelta al ruedo.

El tercero correspondió al colombiano Cristóbal Pardo, quien recibió al animal con verónicas movidas en las que el toro sufrió una voltereta y, tras dos verónicas más, otra nueva voltereta. Por daño en la columna vertebral hubo que cambiar de toro.

Salió el tercero bis, jabonero de hermosas hechuras al que Pardo recibió con verónicas rematadas en revolera. Con la muleta, recibió con doblones seguidos de una tanda por derecha que denotó técnica.

Tomó la espada brevemente y en el primer viaje dejó media estocada sin efecto, y en el segundo, estocada completa un poco trasera que requirió de dos descabellos. Silencio.

Al astado que cerró la tarde Pardo lo recibió con verónicas ceñidas que causaron una voltereta al animal.

El colombiano decidió poner los tres pares de garapullos, con más voluntad que acierto. Con la muleta recibió con doblones seguidos de dos tandas por derecha y una de naturales. Tomó el estoque y mató al segundo intento. Silencio.

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