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Trump acusa a China de atacar las elecciones de EE.UU., pero no da pruebas

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EFE

El presidente estadounidense, Donald Trump , aseguró hoy en la ONU que China está tratando de manipular las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos, pero no ofreció pruebas de esa acusación, que Pekín consideró “injustificada”.

“Por desgracia, hemos determinado que China ha estado tratando de influir en las próximas elecciones de 2018 que serán en noviembre, contra mi Administración”, afirmó Trump durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU centrada en la no proliferación de armas de destrucción masiva.

“No quieren que yo gane o que nosotros ganemos porque soy el primer presidente que ha desafiado a China en comercio y estamos ganando en comercio, estamos ganando en todos los niveles. No queremos que se entremetan o interfieran en nuestras próximas elecciones”, añadió.

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Trump había acusado anteriormente a Pekín de atacar el sistema electoral de EE.UU., pero nunca había proferido sus alegatos de forma tan contundente y en un encuentro de tan alto nivel.

El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, escuchó con gesto serio la acusación de Trump en el Consejo de Seguridad de la ONU y la rechazó al considerarla “injustificada”.

“Nosotros no interferimos y no interferiremos en los asuntos internos de ningún país. Nos negamos a aceptar cualquier acusación injustificada contra China”, respondió Wang cuando llegó su turno.

Posteriormente, en un encuentro con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, Trump se refirió a la compra por parte de China Daily, el diario oficial del Partido Comunista de China, de cuatro páginas de publicidad en el periódico Des Moines Register, el mayor del rural estado de Iowa.

Esas páginas de propaganda trataban de convencer a los agricultores de Iowa de que los aranceles de Trump tenían la culpa de las dificultades económicas que están atravesando.

En presencia de Abe, Trump acusó a China de estar atacando con propaganda “el cinturón agrícola” de EE.UU., compuesto por estados del medio oeste, como Iowa o Illiois, que se han visto perjudicados por los aranceles que Pekín impuso a la soja en respuesta a medidas similares de Washington.

“China está atacando el cinturón agrícola, nuestros granjeros. Están atacando nuestra industria con anuncios y con editoriales que no parecen propaganda. Parece que son editoriales y no lo son. Están hechos por China”, criticó Trump, quien aseguró tener “información” sobre la injerencia china, pero no dio detalles.

Al respecto, Trump avisó: “no vamos a dejar que eso suceda, del mismo modo que no vamos a dejar que eso suceda con Rusia”.

En declaraciones a la prensa, un funcionario de EE.UU. describió una “estrategia integral que utiliza herramientas políticas, económicas, comerciales e informativas para beneficiar los intereses del partido comunista chino” e insistió en que esas acciones “van más allá de cómo los países normales interactúan entre sí”.

“Las actividades han alcanzado un nivel inaceptable”, apostilló ese funcionario durante una conferencia de prensa telefónica.

El oficial mencionó técnicas de manipulación que supuestamente China utiliza con frecuencia, como la presión a los periodistas y ataques cibernéticos, pero no especificó cuál es la conexión con las elecciones legislativas que celebrará Estados Unidos el 6 de noviembre.

El funcionario se limitó a decir que la Administración está “en el proceso de desclasificar más información” y que el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, ofrecerá más detalles sobre los ataques chinos en un discurso la próxima semana en el Hudson Institute, un centro de pensamiento conservador en Washington.

Washington y Pekín se encuentran sumergidos en una guerra comercial desde julio, cuando Trump impuso aranceles a los importaciones chinas del sector tecnológico, a los que el Ejecutivo chino respondió con medidas análogas que impactaban principalmente a bienes agrícolas, en particular la soja.

La soja, que entre otros estados se cultiva en Iowa, es la principal exportación agrícola de EE.UU., con un valor estimado anual de 27.000 millones de dólares, de los que el 60 % tiene como destino China, según datos del sector.

Esta semana entraron en vigor en Estados Unidos otra ronda de aranceles a las importaciones chinas, esta vez por valor de 200.000 millones de dólares, y a la que Pekín responderá con gravámenes por 60.000 millones.

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