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El control de las armas enfrenta a Cruz y O’Rourke en un debate templado

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EFE

El senador republicano por Texas Ted Cruz y el aspirante demócrata Beto O’Rourke se enfrentaron hoy en el primero de los debates, de una serie de tres, en el que la tensión solo estuvo presente al hablar de la violencia armada y su control en las calles.

Cruz reprochó a su rival “la intención” de acabar con la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho del pueblo a poseer y portar armas para defensa personal, y aseguró que la respuesta para frenar la ola de violencia en las escuelas es “poner más policías en los centros”.

Sin embargo, O’Rourke negó tal afirmación y le espetó que no se puede tolerar que los jóvenes tengan acceso a armas de gran calibre, “propias de un escenario de guerra”, por lo que su idea no es prohibir su uso, sino “aumentar el control en base a la seguridad”.

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El republicano interrumpió el discurso del demócrata para recordar que en los seis años de su mandato invirtió “más de 300 millones para asegurar las escuelas”, con el aumento de policías y vigilantes armados en los colegios.

Aunque esta no fue la única interrupción de la noche, ya que al ser preguntados sobre el caso del presunto abuso sexual del nominado del presidente Donald Trump al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, Cruz se impuso a las palabras de O’Rourke.

El aspirante demócrata al Senado criticó la figura de Kavanaugh como una figura que pondría “en entredicho” la protección de los derechos civiles, mientras que Cruz consideró que su rival pretende “juzgarle antes de escuchar” las alegaciones del nominado a la alta corte.

La tensión fue en aumento cuando se abordó la muerte reciente del joven negro Botham Jean, de 26 años, a manos de la agente de policía texana Amber Guyger, de 30 y de raza blanca, quien disparó contra él al creer que estaba allanando una propiedad, cuando en realidad estaba entrando en su casa.

“Lo que pasó fue terrible, nadie puede ser disparado en su apartamento pero todavía no sabemos que pasó exactamente, solo que pudo ser un error de la oficial. Juzgarla, como lo hace Beto, antes de que se sepa la verdad es un error, él ya quiere despedirla”, dijo Ted Cruz entre aplausos.

El conservador continuó su locución ensalzando la figura de las autoridades “que dan su vida por los demás” y culpando a los demócratas de querer acabar con la Segunda Enmienda.

Con gesto serio, O’Rourke pidió a su rival dialéctico que acabara “con su estilo confuso” y no pusiera en su boca palabras que él no había dicho, puesto que, una vez más, mostró su apoyo férreo a dicha ley pero con la necesidad de acometer una regulación.

En materia migratoria, ambos políticos parecieron mantener una conversación paralela; mientras que O’Rourke ensalzaba la repercusión económica y cultural de la comunidad “soñadora”, jóvenes beneficiarios del programa DACA, Cruz simplificó su discurso en una frase: “inmigración legal bien, ilegal mal”.

A partir de ese momento, tanto el republicano como el demócrata parecieron bajar los escudos defensivos y cesaron las hostilidades, incluso cuando salieron a la luz “errores” del pasado de cada uno.

En relación a los comentarios ofensivos que Trump lanzó contra Cruz en la carrera presidencial de 2016, acusándole incluso de ser “un mentiroso”, el demócrata consideró que no era asunto suyo si el mandatario arremetía contra su rival, y que solo le preocuparía en caso de que sus palabras fueran contra el estado de Texas al que busca representar.

Por su parte, cuando la pregunta hizo referencia a los antecedentes penales de O’Rourke por conducir bajo los efectos del alcohol en 1998, Cruz dijo que tampoco entraría en cuestiones personales, pero deslizó que “no se puede permitir que alguien así” apoye la regulación de sustancias narcóticas.

El demócrata replicó que su propuesta no es legalizar drogas como la heroína o la cocaína, sino “descriminalizar” sustancias como la marihuana o permitir su uso con fines terapéuticos como en el estado de Colorado.

Por último, en el tema de impuestos, el republicano, fiel a su estilo, abogó por mantener un nivel mínimo de tasas para el estado de la estrella solitaria y O’Rourke habló de invertir dichos ingresos en materias como la educación y la sanidad universal.

Este primer debate tuvo lugar en la Universidad Metodista del Sur en Dallas (Texas), al que le seguirán otros dos eventos en Houston y San Antonio, el domingo 30 de septiembre y el martes 16 de octubre, respectivamente.

La batalla por el asiento del Senado por Texas es una de las que más expectación mediática está suscitando de cara a las elecciones legislativas de noviembre después de que las encuestas arrojen un pelea apretada entre ambos tras casi cuarto de siglo de hegemonía republicana.

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