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Congreso cree que Gobierno sobrestima su “capacidad” en Afganistán

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EFE

El Congreso acusó hoy al Gobierno de sobrestimar “su capacidad” para implantar en Afganistán los cambios considerados necesarios para estabilizar y reconstruir el país tras 17 años de conflicto armado.

“El Gobierno de EE.UU. sobrestimó su capacidad para construir y reformar las instituciones en Afganistán”, señaló la oficina del Inspector Especial para Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés), dependiente del Congreso, en Twitter.

El mensaje incluía, además, un enlace al último informe divulgado por esta institución, cuya función es auditar los progresos obtenidos por Washington en el país asiático.

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“Para futuras misiones de estabilización a gran escala, el Gobierno de EE.UU. debe marcarse objetivos razonables sobre lo que puede ser logrado”, señala el informe, en el que se advierte, además, de que a no ser que se implanten “programas significativos” el proceso “probablemente no será efectivo”.

Precisamente, esta semana Dan Chen, de la división de auditorías del SIGAR, ponía como ejemplo de estos fracasos el mayor programa de igualdad de género para Afganistán diseñado por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), que ha supuesto una inversión de 216 millones de dólares

“Se suponía que debía ayudar a 75.000 mujeres afganas y, en realidad, no sabemos si lo ha hecho. No está claro si USAID puede tan siquiera ofrecer estas oportunidades; lo que tenemos es un programa con muchas promesas y sin ninguna certeza de que se puedan cumplir”, explicó Chen en el podcast Operation Oversight de su organización.

El informe del SIGAR, de hecho, lamenta el “gasto sin control” llevado a cabo por las autoridades estadounidenses puesto que, lejos de servir para apaciguar la situación, en ocasiones, lo que hace es “exacerbar conflictos locales y promover la corrupción”.

“Los esfuerzos de estabilización en Afganistán descarrilaron a medida que el dinero se convirtió en el baremo del éxito y los programas provocaron una brecha entre las distintas comunidades y entre las comunidades y el Gobierno, en vez de provocarla entre los insurgentes y la población”, concluye el informe.

Washington ha gastado cerca de 4.700 millones de dólares en el proceso de estabilización de Afganistán desde 2002, donde las Fuerzas Armadas iniciaron su intervención un año antes en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

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