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Fiscalía ignoró dudas sobre el acusado de asesinato de empresario en P.Rico

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EFE

Los fiscales encargados en 2005 del asesinato en Puerto Rico del empresario canadiense Adan Anhang Uster ignoraron las dudas del agente policial encargado del caso, José Miranda, sobre que Jonathan Román fuera quien mató realmente al hombre de negocios.

Miranda, durante la quinta jornada del juicio contra Áurea Vázquez Rijos, su hermana Marcia y el novio de ésta, acusados de conspirar para el asesinato por encargo de Anhang Uster, dijo a preguntas de la Fiscalía federal y la defensa que en esa fecha dio a conocer sus dudas sobre la autoría de Román.

En 2007, un tribunal encontró culpable del asesinato del empresario a Román, por lo que fue sentenciado a 104 años de cárcel.

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Alex Pabón, apodado “Alex El Loco”, un delincuente que se movía en los bajos fondos de San Juan, se declaró culpable en 2008 del asesinato de Anhang Uster por encargo de Vázquez Rijos, lo que permitió la excarcelación de Román.

El Negociado Federal de Investigaciones (FBI) tomó las riendas del caso y fueron sus agentes quienes dieron con el paradero de Pabón, que confesó haber cometido el crimen, lo que permitió que se le revocara la condena a Román tras cumplir ocho meses de prisión acusado del asesinato del empresario canadiense.

El testigo detalló que mostró sus dudas a los fiscales antes de la presentación de cargos contra Román en octubre de 2005, un día después de su detención.

Miranda reconoció además a la defensora de Vázquez Rijos, la abogada Lydia Lizarríbar, que 2 días después del asesinato de Anhang Uster mantuvo un encuentro con el socio del empresario, Roberto Cacho, quien le dijo que Pabón era el asesino.

Recordó que Cacho, en varias ocasiones, se negó a desvelarle quién le proveyó la información y se limitó a señalar que se trataba de rumores que se oían en el Viejo San Juan, el casco histórico de la capital puertorriqueña.

Miranda aseguró que el empresario le dio información sobre el paradero de Pabón e, incluso, un número de teléfono para localizarlo.

El agente policial, gracias a ese número, dio con un individuo identificado como Derek, quien dijo conocer a Pabón y facilitó su arresto.

Miranda indicó que desde que Román fue arrestado tuvo dudas sobre si realmente era el asesino, por lo que lo comunicó a la Fiscalía, aunque sus preocupaciones fueron ignoradas.

Román, finalmente, fue acusado por la Fiscalía puertorriqueña a pesar de las reticencias del agente responsable del caso.

Recordó que Cacho le entregó una copia del acuerdo matrimonial y una demanda de divorcio, además de informarle de que la pareja acudía a terapia matrimonial antes del asesinato.

Lydia Lizarribar, abogada de Vázquez Rijos, explicó por su parte que en varias citaciones que se le hicieron a su representada para ser interrogada sobre el caso no acudió porque aún estaba hospitalizada.

La letrada mencionó que el informe médico reflejaba que su defendida tenía una fractura en el pómulo derecho.

A preguntas del fiscal, el agente policial manifestó que a Vázquez Rijos se le hicieron otras citaciones, en los meses de mayo y julio de 2006.

Junto a Vázquez Rijos, que fuera reina de belleza en una competición local “miss petit”, se sientan en el banquillo de los acusados su hermana, Marcia Vázquez Rijos, y su excuñado, José Ferrer Sosa.

Los tres están acusados de los cargos de conspiración y conspiración para cometer el asesinato del hombre de negocios.

La principal acusada y el fallecido, poco antes de casarse, firmaron un acuerdo pre matrimonial que establecía que el cónyuge se quedaría con un tercio de los bienes de la pareja en caso de fallecimiento.

El empresario canadiense, según fue desvelado en el juicio, quería divorciarse de su mujer para posteriormente volverse a casar sin un acuerdo de las características del firmado.

El hombre de negocios, según fue establecido en el contrato pre matrimonial, tenía activos por cerca de 24 millones de dólares, por lo que si fallecía su esposa recibiría 8 millones de dólares.

Anhang Uster fue asesinado en la confluencia entre las calles San Justo y Luna del Viejo San Juan, donde falleció a manos de Pabón, quien le apuñaló y golpeó en la cabeza con una piedra, cerca de la medianoche del 22 de septiembre de 2005. EFEUSA

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