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Arizona, clave en las legislativas, se prepara para las primarias

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EFE

El estado de Arizona, junto a Florida, celebrará este martes sus primarias para las elecciones legislativas de noviembre, una cita clave de cara a los comicios de “medio mandato” que puede decantar los resultados para demócratas o republicanos, especialmente en el Senado.

La pelea por el asiento que deja vacante el conservador Jeff Flake en la Cámara Alta será una de las disputas que creará más expectación de las elecciones, ya que los demócratas ven el retiro del legislador por Arizona como una oportunidad única para hacerse con un estado que cada vez se aleja más de la derecha.

Tres republicanos competirán por la nominación de su partido el martes: Martha McSally, más afín al “establishment” y con un discurso más moderado; Kelli Ward, ferviente defensora del presidente Donald Trump; y el exalguacil del condado de Maricopa Joe Arpaio, conocido por sus polémicas prácticas para detener a inmigrantes.

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McSally, hasta ahora congresista, es quien despunta en las encuestas para hacerse con la victoria al acaparar los votos conservadores más centristas y verse beneficiada por la división de los seguidores de Trump, más a la derecha, y que se reparten entre Ward y Arpaio.

El exalguacil, quien el año pasado recibió el indulto del mandatario tras ser declarado culpable de desacato por continuar sus prácticas discriminatorias pese a una orden judicial, es quien menos ha recaudado de los tres aspirantes, además de sufrir serios problemas internos en el seno de su campaña con varias renuncias en las últimas semanas.

Por su parte, la favorita entre las candidatas demócratas al Senado es la congresista Kyrsten Sinema, quien enfrente tiene una rival débil, la abogada Deedra Abboud, lo que le está permitiendo centrar sus esfuerzos de campaña y recaudación para noviembre, mientras que los republicanos libran una batalla más ajustada y de desgaste.

En cuanto a la Cámara de Representantes, la circunscripción más competitiva de Arizona es la que la republicana McSally dejó vacante al presentarse por el Senado: el 2? Distrito Congresional, ubicado en la frontera con México, al sureste del estado.

En este distrito la exaspirante presidencial demócrata Hillary Clinton ganó en 2016 por 5 puntos porcentuales al actual mandatario, Donald Trump, por lo que los demócratas creen tener fuertes opciones para arrebatar el escaño a los republicanos.

Allí todo apunta a que la demócrata Ann Kirkpatrick, quien ya fuera congresista por Arizona, se hará con la victoria entre los siete aspirantes a la nominación de su partido, donde su principal oponente será el exrepresentante estatal Matt Heinz, quien ya desafió sin éxito a McSally en 2016.

La principal republicana en la carrera por ese distrito es la latina Lea Marquez Peterson, quien, sin embargo, no ha logrado recaudar tanto como los dos demócratas en cabeza en las encuestas, y también se verá las caras en una concurrida disputa con otros tres candidatos.

El otro distrito congresional que acaparará la atención será el 1er distrito de Arizona, donde el demócrata Tom O’Halleran busca la reelección en un territorio donde Trump ganó por poco en 2016.

De esta forma, este estado fronterizo se erige como uno de los más competitivos y determinantes en este ciclo electoral, donde los demócratas buscan alzarse con al menos una de las dos cámaras del Congreso, ahora ambas bajo control de los republicanos.

En el Senado, las perspectivas son menos optimistas para la oposición porque del tercio de los 100 senadores que conforman la Cámara Alta y que se renovará en noviembre, la mayoría corresponden a legisladores demócratas que deben defender sus mandatos.

Sin embargo, la mayoría republicana en ese hemiciclo es muy ajustada (51-49), y cualquier escaño es valioso.

Aun así, recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes es un objetivo bastante más factible para los demócratas, quienes han visto en los últimos meses cómo recuperaban varios asientos en elecciones especiales, incluso en terrenos históricamente conservadores.

Allí, los demócratas tienen que arrebatar a los republicanos al menos 23 asientos para hacerse con el control de una cámara compuesta por 435 congresistas, pero la mayoría de los sondeos ya les otorgan una ganancia superior a los 30 escaños, apuntando a una victoria holgada.

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