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Sudáfrica pide una reunión con EEUU por las críticas de Trump a la reforma de tierras

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EFE

El Gobierno de Sudáfrica anunció hoy que ha pedido una reunión con la embajada de Estados Unidos después de que el presidente de ese país, Donald Trump, alzara la voz contra la reforma de tierras que lleva a cabo el país africano y el contexto de ataques violentos contra agricultores blancos.

El Gobierno de Cyril Ramaphosa consideró “desafortunados” los comentarios de Trump y aseguró que se basan en “información falsa”.

Asimismo, defendió que la redistribución de tierras es necesaria para abordar las “injusticias coloniales e históricas” que provienen de los tiempos del régimen de segregación racial del apartheid.

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“He pedido al Secretario de Estado, Mike Pompeo, que estudie con detenimiento la incautación y expropiación de tierras y granjas en Sudáfrica, y el asesinato a gran escala de agricultores”, dijo Trump anoche en un tuit en el que citaba a un periodista de Fox News que exponía que “el Gobierno sudafricano está ahora incautando tierra” a los terratenientes blancos.

Sudáfrica señaló que se comunicarán con Pompeo por canales diplomáticos y defendió que la reestructuración del sistema de propiedad de la tierra es un importante paso para “construir una sociedad más estable” y equitativa, ya que la “desposesión de tierras” es una “injusticia” histórica.

Según cifras del Gobierno, en Sudáfrica la minoría blanca posee el 72 % de la tierra; los mestizos e indios, un 15 %, y la mayoría negra que vivió sin derechos durante décadas solo tiene un 4 % pese a que ya han pasado 24 años desde la llegada de la democracia.

Esto no incluye solo el suelo agrario, sino también el urbano.

A principios de este mes, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, anunció que impulsará un cambio en la Constitución para hacerla “más explícita” sobre la posibilidad de expropiar tierras sin compensación para lograr un sistema de propiedad más equitativo.

Las medidas que plantea buscan asegurar “el acceso a la tierra de una forma que permita el crecimiento económico, proteja la seguridad alimentaria y aumente la producción agrícola”, según defendió ayer mismo el propio Ramaphosa en el Parlamento.

Sin embargo, el tema es fuente de una gran tensión social en el país, especialmente la posibilidad de expropiación sin compensación, que ha aumentado en los últimos meses en forma de ocupaciones de terrenos por la fuerza, por un lado, y quejas de los propietarios blancos -que aseguran vivir con miedo a ser atacados-, por otro.

Organizaciones afrikáner denuncian habitualmente asaltos violentos e incluso asesinatos de agricultores blancos en las zonas rurales del país.

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