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Una medalla pionera en vela, el deporte con más glorias olímpicas para Brasil

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EFE

Los regatistas brasileños consideran que la medalla de bronce conquistada por Reinaldo Conrad y Burkhard Cordes hace 50 años en los Juegos Olímpicos de México 1968 fue la que abrió el camino para que la vela se convirtiera en el deporte que más oros olímpicos le ha dado a Brasil.

“Ellos fueron los precursores. Mostraron que era posible que Brasil se convirtiera en un actor mundial en el mundo de la vela pese a tratarse de un deporto sofisticado, que exige una gran inversión y que era dominado por países desarrollados”, dijo a Efe el presidente de la Confederación Brasileña de Vela (CBVela), Marco Aurelio de Sá Ribeiro.

Con su bronce en la clase Flying Dutchman, por detrás de las embarcaciones británica y alemana, Conrad y Cordes conquistaron una de las tres medallas que Brasil se colgó en los Juegos Olímpicos de México, pero su resultado fue insólito debido a que hasta entonces el país no había logrado resultados destacados en la vela olímpica ni insinuaba que sería la potencia que es hoy.

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Ambos llegaron a México con algunos títulos panamericanos y como regatistas del Yacht Club Santo Amaro, un club de vela fundado por inmigrantes alemanes a orillas de Guarapiranga, una represa en el interior del estado de Sao Paulo.

Conrad conquistó otro bronce, también en la clase Flying Dutchman, en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 (la segunda para la vela brasileña) y desde entonces la vela tuvo un rápido desarrollo en Brasil y abrió camino a deportistas que hoy son campeones mundiales y olímpicos.

El primer oro brasileño en vela tuvo que esperar hasta los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, cuando Marcos Soares y Eduardo Penido se impusieron en la clase 470 y Alexandre Welter y Lars Björkström en la clase Tornado.

“La importancia de esa medalla pionera fue enorme porque la vela no tenía entonces infraestructura competitiva en Brasil. En la época no había nada para el deporte. Todo era totalmente amateur, dependía de cada uno. No había recursos, lo que le da más valor a esa conquista”, aseguró el presidente de la Confederación.

El reconocimiento de la importancia del bronce olímpico en México llevó al famoso director de cine Murilo Salles a producir un documental contando la historia de uno de los medallistas con el título “Reinaldo Conrad: el origen de la vela vencedora”.

“Decidí contar su vida porque se trata de un pionero que aprendió a competir en una represa y se convirtió en el primer medallista olímpico de la vela brasileña en una regata en el mar; y porque superó grandes desafíos técnicos, ya que en la época había un enorme desnivel entre los regatistas de los países desarrollados y él”, explicó el cineasta.

“Hoy, en cambio, contamos con un sistema de apoyo muy bueno y una gran infraestructura que nos permite garantizar resultados y que en la época no existía”, asegura De Sá Ribeiro.

La vela es el deporte que más oros olímpicos le ha dado a Brasil y el segundo con más medallas conquistadas.

Brasil cuenta con 22 medallas olímpicas en judo (4 oros, 3 platas y 15 bronces) y con 18 en vela (7 otros, 3 platas y 8 bronces), pero los regatistas cuentan con más preseas doradas.

Además, los máximos medallistas olímpicos de Brasil, cada uno con cinco podios, son regatistas: Robert Scheidt, con dos oros, dos platas y un bronce, y Torben Grael, con dos oros, una plata y dos bronces.

Tras disputar cinco Juegos Olímpicos, Conrad se convirtió en un próspero empresario, pero en 2008, a sus 66 años, volvió a competir en la clase Star y hasta intentó infructuosamente clasificarse para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, cuando igualmente quería ser pionero como el regatista olímpico más viejo del mundo.

Por su parte, Cordes, hijo de Otto Cordes, que integró el equipo alemán de waterpolo que conquistó el oro en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928, desistió de la vela tras intentar sin éxito la clasificación para los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.

Ambos siguen siendo invitados de honor en actos de la Confederación Brasileña de Vela, que no se cansa de homenajearles.

“El principal homenaje se lo rendimos antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando les pedimos que fueran los padrinos de todos los regatistas que disputaron la competición. Y pretendemos mantener ese ritual en todos los próximos Juegos”, concluyó el presidente de la Confederación.

Carlos A. Moreno

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