La Casa Blanca lamenta el “deficiente” proceso electoral en Camboya
El Gobierno de Estados Unidos lamentó el proceso electoral del domingo en Camboya, en el que el gobernante partido PPC renovó su mandato por una amplia mayoría y que la Casa Blanca calificó de “deficiente” por excluir a la principal formación opositora.
El Partido del Pueblo de Camboya (PPC) arrasó en las elecciones generales que se celebraron el domingo en el país, cuya legitimidad fue puesta en entredicho tras la ilegalización del principal partido de la oposición.
“Estas elecciones deficientes, en las que se excluyó al principal partido de la oposición, representan el mayor golpe asestado hasta la fecha al sistema democrático recogido por la Constitución de Camboya”, señaló el Gobierno estadounidense en un comunicado.
Para Washington, estos comicios “erosionan” los logros políticos obtenidos por el país desde la firma del Acuerdo de Paz de París, en 1991.
La nota agrega que la Casa Blanca está “profundamente decepcionada” ante la decisión del Gobierno de desautorizar a “millones de votantes” y recuerda que las “democracias genuinas toleran los puntos de vista opuestos y fomentan la competición electoral”.
“Por contra, en los meses previos a la elección, el Gobierno camboyano ha endurecido aún más las restricciones sobre los medios de comunicación independientes y la sociedad civil, ha disuelto al principal partido de la oposición y ha encarcelado a sus líderes”, añade el comunicado, que concluye con una advertencia: “EE.UU. estudiará acciones adicionales en respuesta a estos comicios”.
Más de 8,3 millones de camboyanos estaban llamados a las urnas en estas elecciones a las que se presentaban otras diecinueve candidaturas, la mayoría creadas los últimos meses, entre las cuales no estaba el Partido para el Rescate Nacional de Camboya (PRNC).
Según los resultados preliminares de cada una de las 25 provincias difundidos por la televisión estatal, el PPC se impuso en todas ellas con más del 80 % de los votos válidos emitidos.
Estos números permitirán alargar cinco años más el mandato del primer ministro Hun Sen, quien ostenta el cargo desde 1985 y que poco después del cierre de las urnas dio las gracias al electorado.
