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Sigue la crisis en la AEE, que se lleva a independientes de Junta de Gobierno

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EFE

La crisis que vive la estatal Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico vivió hoy un nuevo episodio con la dimisión de los miembros independientes de su Junta de Gobierno a causa del salario del que iba ser su nuevo primero ejecutivo.

La presión desde todos los flancos contra el órgano de gobierno de la eléctrica estatal por la intención de contratar por 750.000 dólares anuales a quien estaba previsto que se convirtiera a partir del día 14 en su nuevo director general, Rafael Díaz, hizo que sus independientes decidieran abandonar.

Los independientes se despidieron con una carta al gobernador en la que aseguran que hubo un intento de politizar a la AEE.

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La Junta de Gobierno había recibido presión por el anuncio de la contratación de Díaz con un salario todavía más elevado que el del directivo saliente, cuando, precisamente, esa fue la causa de las críticas contra la corporación.

El gobernador, Ricardo Rosselló, se vio obligado a intervenir por medio de un comunicado en el que asegura que el salario de Díaz no se adecuaba a la situación de una empresa, la AEE, que arrastra una deuda de 9.000 millones de dólares y que se encuentra en un proceso de reestructuración de su deuda tutelado por la Justicia.

El representante de la Autoridad para Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf) en la Junta de Gobierno de la AEE, Christian Sobrino, uno de los pocos miembros que permanecieron en el ente rector, anunció que el presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Elí Díaz Atienza, será nombrado miembro de la Junta de la eléctrica.

Junto a Sobrino permanece en la Junta de Gobierno de la AEE la principal asesora de Infraestructura del Ejecutivo, María Palou.

Sobrino adelantó que Rosselló dará a conocer un cuarto nombramiento a la Junta de Gobierno de la AEE, lo que permitirá el consenso para designar un nuevo director ejecutivo de la corporación estatal.

Uno de quienes renunció hoy es el que iba a ser primer ejecutivo de la AEE, Rafael Díaz, quien presidía hasta hoy el Comité de Servicio al Cliente de la Junta de Gobierno de la AEE, por lo que ya no asumirá el cargo de primer directivo de la eléctrica.

“El señor Díaz ya no es parte de la AEE. Él era miembro de la Junta de Directores. Cuando renuncia a petición del gobernador, el nombramiento de director ejecutivo no era efectivo en ese momento”, matizó Sobrino.

El catedrático de Economía de la Universidad de Puerto Rico José Alameda señaló a Efe que, en su opinión, la polémica estaba servida, ya que el salario que iba a recibir Díaz era desproporcionado y debería ser acorde a la del resto de jefes de agencia.

El economista y antiguo jefe de Análisis y Estudios Económicos del estatal Banco Gubernamental de Fomento (BGF) Santos Negrón dijo a Efe por su parte que se entiende que el salario del director de la AEE tenía que ser acorde con la situación de la empresa y el país, lo que hace difícil de entender la decisión de pagar 750.000 dólares anuales.

Díaz no tuvo reparos hoy en defender su salario al alegar que durante su trayectoria profesional ha ganado mucho más dinero en los puestos en los que se ha desempeñado.

Rosselló no fue el único en pedir que se bajara el salario a Díaz, ya que el presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Carlos Méndez, fue claro al asegurar que esa remuneración está totalmente desconectada “de la realidad económica y fiscal que experimenta esa corporación pública”.

El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, aseguró que es una barbaridad que Díaz cobrara 750.000 dólares, además de pedir la destitución de todos los integrantes de la Junta de Gobierno de la AEE.

La polémica por el salario de Díaz es una más en una serie de contratiempos que acompañan a la empresa pública desde que Rosselló llegó al poder en enero de 2017.

La llegada de Rosselló supuso, a su vez, que Ricardo Ramos fuera nombrado director de la AEE, aunque su carrera en la empresa terminó de forma abrupta poco después del huracán María del pasado septiembre con su dimisión tras conceder a la compañía Whitefish -con escasos medios y experiencia- un contrato millonario.

Justo González, quien hace meses se retiró voluntariamente, le sustituyo interinamente antes de la llegada del estadounidense Walter Higgins y los 450.000 dólares de remuneración que le acompañaron, objeto de continuas críticas.

La aventura de Higgins en la AEE se cerró el miércoles con su dimisión, la cual justificó por problemas de salud, aunque algunos medios recordaron que el asunto del salario siempre estuvo presente.

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