Rommel Pacheco: “Sigo firme como un roble”

A punto de cumplir 32 años el mexicano Rommel Pacheco, subcampeón mundial de saltos, cree que si mantiene la alegría en los entrenamientos podrá burlar las huellas del tiempo y ganar la medalla olímpica que se le ha negado por años.

“Sigo firme como un roble. Antes hacia muchas repeticiones de clavados casi sin pensar, ahora me concentro más en hacerlos bien y sobre todo mantener la alegría porque esa es la clave”, asegura en una entrevista a Efe.

Pacheco, originario de Mérida, Yucatán, es uno de los deportistas de más experiencia de la delegación mexicana que competirá este mes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia en los que tratará de sacar provecho de su buena racha de resultados para ganar las pruebas de trampolín.

“Será una competencia dura, colombianos, cubanos y mi compañero Yahir Ocampo serán rivales duros en las pruebas individuales. Por equipos Yahir y yo debemos hacerlo todo bien para ganar el oro”, explica.

Hace seis años el saltador quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 por una lesión en los hombros. Tocó fondo, pero en vez de lamentarse, hizo ajustes, se cambió de la prueba de plataforma a la de trampolín y ahí un comenzó un regreso a los buenos resultados.

“Fue un momento difícil, me quedé fuera de los Juegos y debí replantearme el cambio a trampolín. Aunque a veces el hombro me da dolor, me ha ido bien y creo que en Barranquilla comenzará mi mejor ciclo olímpico”, asegura.

Acabado de salir de la adolescencia el mexicano se dio a conocer con una medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003. Al recordar aquellos tiempos, confiesa que entonces levantaba pesas al nivel de la campeona olímpica mexicana Soraya Jiménez y corría como la monarca mundial Ana Guevara, pero ahora todo cambio.

“El tiempo pasó, adquirí maestría y con esa te enfocas más en la calidad, aunque sigo haciendo más de 100 saltos al día”, dice.

En los pasados campeonatos mundiales de Budapest, Rommel ganó la medalla de plata en los saltos mixtos de trampolín junto a Viviana del Ángel, su segunda presea desde que abandonó la plataforma, luego de conquistar bronce con Yahir Ocampo en los saltos sincronizados en el 2013 en Barcelona.

“Con la edad entiendes que los cuerpos de los deportistas son como coches de Fórmula Uno, das una vuelta y deben cambiarte una llanta porque el desgaste es excesivo, pero si te cuidas, descansas y te alimentas sano, puedes prologar la vida deportiva”, señala.

Rommel llegó en una fina forma atlética a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, hizo saltos de primer nivel en las preliminares, pero en la final falló y dejó ir la medalla, lo cual le mantuvo el pendiente de su carrera.

“Fue duro pero no te puedes quedar en el pasado; nadie me puede asegurar que pueda ganar medalla en los Juegos de Tokio 2020 pero yo sí puedo trabajar duro y llegar en condiciones para ser protagonista. Falta para eso y por ahora estoy concentrado en Barranquilla”, confiesa.

Lo dice confiado en que con su nueva estrategia de apostar más a la calidad que a la cantidad puede conseguir milagros en la cercana justa regional, subir el nivel el año próximo en los Panamericanos de Lima y entonces sí pensar en la medalla en los Juegos Olímpicos.