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Entidad de Miami responsabiliza a Díaz-Canel de suerte de biólogo en ayuno

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EFE

La Fundación por los Derechos Humanos en Cuba responsabilizó hoy al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, de la suerte del biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola, en huelga de hambre desde el 17 de junio para protestar por su condena a un año de prisión.

En una carta abierta, la organización de derechos humanos con sede en Miami expresó a Díaz-Canel que él será el “directo” responsable en caso de la muerte de Ruiz Urquiola, que está ingresado en un hospital de la provincia de Pinar del Río, en el oeste de Cuba.

“A usted (Díaz-Canel) no puede imputársele la muerte de Orlando Zapata Tamayo o la de los migrantes del remolcador 13 de Marzo, pero si el pacífico biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola muere en custodia, lo responsabilizamos de manera directa, ineludible e imprescriptible por ese asesinato político”, manifestó el grupo.

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El activista medioambiental Ariel Ruiz Urquiola, de 44 años, fue condenado el pasado 8 de mayo a un año de prisión por un delito de desacato e inició la protesta para denunciar irregularidades en su caso, porque considera que su condena fue “injusta” y “arbitraria”.

“Hasta ahora usted podía darse el lujo de apoyar de manera indirecta las acciones criminales de los hermanos Castro. Ya no”, manifiesta la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba.

Señala que Díaz-Canel “fue designado por Raúl Castro para dar la cara y asumir responsabilidad pública por el desastre que él y su hermano (Fidel Castro) crearon por seis décadas”.

“Eso incluye, de ahora en adelante, los crímenes que se cometan”, indica el grupo, por los cuales, asegura, tendrá que responder porque los “graves abusos de derechos humanos” no prescriben.

Ruiz Urquiola, doctor en ciencias biológicas, se declaró en huelga de hambre y sed el pasado 17 de junio y actualmente está en el hospital “Abel Santamaría” de Pinar del Río.

En 2016 fue despedido de la Universidad de La Habana, donde trabajaba como investigador, tras achacársele repetidas ausencias laborales injustificadas, un motivo que el activista rechaza a la vez que considera que en su despido hubo “abuso de poder”.

Su dudoso éxito personal de hoy, al lograr ser designado a ese cargo después de una larga carrera política luchando por promocionarse, puede ser su mayor desgracia mañana cuando tenga que al responder por graves abusos de derechos humanos que no prescriben ni serán olvidados.

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