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John Stephen Akhwari: el héroe cívico de la carrera de maratón

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EFE

Al militar etíope Mamo Wolde lo adoraron como un semidiós al ganar el maratón de los Juegos Olímpicos de México 1968, pero fue el tanzano John Stephen Akhwari el acreedor del título inexistente de héroe cívico de la carrera al superarse a sí mismo y llegar a la meta en el lugar 57, el último.

Antes de llegar a la mitad, Akhwari sufrió calambres, cayó al suelo y se lastimó una rodilla. Los médicos le ordenaron abandonar pero el africano asumió que en el maratón, como en la vida, solo pierde quien se rinde.

Una de las imágenes más hermosas de los Juegos Olímpicos que este año celebran medio siglo fue la de un sudado Akhwari en las cercanías del Estadio Olímpico empeñado en seguir con la rodilla vendada por una ruta alumbrada por las luces de unas motos de patrulla. A veces caminó, otras hizo muecas de dolor mas no se detuvo.

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La carrera transcurrió a 2.240 sobre el mar, con 23 por ciento de oxígeno menos de lo normal y el cuerpo de Akhwari fue uno de los grandes damnificados. Otra cosa aconteció con su espíritu, que decidió no detenerse hasta llegar a la meta.

Silencioso, el hombre de 30 años se concentró solo en el siguiente paso y así llegó al túnel de acceso a la pista. Sintió alivió al pisar el suave tartán y entonces los miles de aficionados aún en las gradas se unieron para darle un aplauso masivo que ni el legendario Wolde recibió.

“Mi país no me envió a tomar la salida de la carrera, me envió a finalizarla”, dijo después el cívico tanzano que dos años después logró un destacado quinto lugar en los Juegos de la Commonwealth con tiempo de 2h15:05.

La prueba había salido a las 15:00 horas del Zócalo, principal plaza del país. En coincidencia con la tercera campanada de la Catedral, 75 corredores tomaron la salida, entre ellos el mítico etíope Abebe Bikila, quien había ganado oro en Roma 1960 descalzo y en Tokio 1964 semanas después de una cirugía de apendicitis.

Sufría las secuelas de una fractura ósea pero pocos lo sabían, así que figuró un rato en el grupo puntero. En el kilómetro 15 el británico Timothy Jonhston y el yugoslavo Nedo Farcic pasaron en primer lugar a 50:26 minutos, mientras Wolde se limitaba a observar, escondido entre los lugares 11 y 15. Bikila iba casi un minuto atrás y en el 17 abandonó.

Cuando los competidores entraron al parque de Chapultepec, una hermosa zona verde de la capital, Mamo se contagió de la belleza y dio su primer zarpazo. Pasó al segundo lugar y ya en el 30 saltó primero en 1h39:20.

Lo que sucedió después fue una muestra de poderío por parte del portentoso etíope que, llegado de Adis Abeba, a 2.440 metros sobre el mar, apenas sintió los estragos de la altura. En los últimos cinco kilómetros, en la pendiente de la avenida Insurgentes, Mamo recordó a su maestro Bikila y entró a la meta triunfante.

Pisó la pista a las 17:20 horas, cuando el estadounidense Dick Fosbury se preparaba para saltar la varilla en 2,24 metros con un nuevo estilo de salto y muchos no se dieron cuenta de su presencia. Eso le costó recibir pocos aplausos de los entusiastas mexicanos, que más de una hora después se rindieron ante el romántico Stephen.

Resultados del maratón olímpico de México 1968:

.1. Mamo Wolde (ETH) 2:20:26 ORO

.2. Kenji Kimihara (JPN) 2:23:31 PLATA

.3. Michael Ryan (NZL) 2:23:45 BRONCE

.4. Ismail Akcay (TUR) 2:25:18

.5. William Adcocks (GBR) 2:25:33.

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