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Matías Almeyda, el soñador de pelo largo que cambió el código del Guadalajara

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EFE

El argentino Matías Almeyda ganó cinco títulos en tres años con el Guadalajara del fútbol mexicano, pero por lo que lo lloran hoy, en su primer día fuera del equipo, es por las diferencias que marcó con su lado humano.

Almeyda inculcó a los jugadores la importancia de estar bien plantados en la defensa, ser creativos en el medio del campo y mostrar puntería en los disparos. Sin embargo, hoy los futbolistas y la hinchas lo extrañan más por el humanismo de su “Código Bushido”.

Se trata de una filosofía que implantó en el vestuario y exalta valores como honestidad, honor, lealtad, carácter, benevolencia y justicia, los cuales el hombre compartió con su plantilla.

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En estos tiempos modernos en que los jugadores cambian de camiseta si le llegan al precio, Matías cambió las reglas del club más popular de México con un discurso viejo, en el cual el juego limpio y el agradecimiento estuvieron tan vivos en su estrategia como su idea de atacar y mantener equilibrio en las líneas.

Con pinta de soñador de pelo largo, el “Pelado” hechizó a sus futbolistas con un encantamiento de Mesías y hasta irreverentes como el delantero Alan Pulido se hincaron de rodillas ante el extranjero.

“Hoy con lágrimas en los ojos se despide el mejor técnico que he tenido en mi carrera, Matías Almeyda. Te vas como un grande y nos dejas miles de enseñanzas tanto en lo deportivo como en lo personal”, escribió un compungido Pulido en sus redes sociales.

Los demás jugadores igual se unieron para condenar la salida del estratega por la puerta de atrás, con una renuncia por dignidad y respeto a los aficionados.

Aunque hace par de años le habían extendido el contrato hasta 2021 y acababa de ganar la Liga de campeones de la Concacaf que puso a las Chivas en el Mundial de clubes, Almeyda dejó de sentirse respetado por la directiva que dejó ir a tres jugadores claves, dijo no tener dinero para traer refuerzos y cambió la fecha de regreso a los entrenamientos sin consultar con el técnico.

El entrenador reclamó en un lenguaje de paz pero lo ignoraron y ayer firmó su cheque de salida ante el llanto de algunos de sus aficionados y la melancolía de los miembros de la plantilla que apenas el pasado sábado hicieron una comida en casa de Almeyda, quien hizo de su último acto con ellos un asunto de familia.

“Las condiciones no estaban dadas para seguir. Yo di prioridad al diálogo y la paz y si no estábamos en la misma sintonía, mejor terminar por respeto a quien paga, viene y alienta”, señaló al referirse a sus aficionados.

La imagen de una mujer anegada en lágrimas con gritos de “Mati, firma aquí” y la de un hombre que juró ponerle Matías a su próximo hijo rozaron la cursilería en el adiós del estratega pero fueron una muestra del cariño que dejó el sudamericano en el equipo.

Despreocupados por posibles represalias de la directiva los futbolistas se rebelaron con mensajes que copiaron y pegaron en sus redes sociales en los que se preguntaron por qué darle las gracias a quien regresó la grandeza del club, a quien enseñó valores como la humildad. “Esto no es Chivas”, remataron.

Matías Almeyda ganó con Chivas el Clausura 2017, dos Copas Mx, una Supercopa y el torneo de Concacaf. Ahora lo mencionan como posible próximo entrenador de la selección mexicana, pero el estratega ignora el tema y ocupó su primera hora de desempleado en buscar una frase para ilustrar su amor al Guadalajara.

“Ojalá un día tenga mucho dinero y compre este club y ahí no me voy más”, dijo cuando la encontró.

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