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Nacho G. Velilla: “Todos tenemos una clave de humor propia”

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EFE

A diferencia del drama, que evoca “sentimientos universales”, la comedia es un género más complicado que requiere crear diferentes “capas” de humor, asegura el director Nacho G. Velilla, quien estos días rueda la segunda parte de la exitosa película mexicana “No manches Frida”.

“La comedia tiene la dificultad añadida de que todos tenemos una clave de humor propia. No solo hay diferencias entre países, también entre nuestro propio grupo de amigos”, asevera el cineasta español en una entrevista con Efe.

Velilla dice que para su nuevo largometraje, que vive su séptima semana de rodaje en las playas del oeste del país, la clave es aportar “diferentes capas de humor” para que los diversos públicos “entren” en la película.

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“Es un proceso complejo, pero me apasiona tanto la comedia que me gustó ese reto”, defiende el responsable de cintas como “Fuera de carta” (2008) o “Que se mueran los feos” (2010).

La segunda parte “No manches Frida” (2016) -remake de la alemana “Fack ju Göhte”- vuelve a tener como protagonistas a Omar Chaparro y a Martha Higareda.

En esta ocasión, los alumnos del instituto Frida Kahlo son invitados a una competición interescolar en la playa, ocasión que Zequi (Chaparro) aprovechará para intentar reconquistar a Lucy (Higareda).

Al reparto se suman nuevas caras conocidas como Itatí Cantoral -”una cómica muy efectiva”-, Aarón Díaz y Andrea Noli.

“Todos ellos van sumando desde el punto de vista cómico, otros desde el dramático... y hace que la película sea bastante más interesante para el público”, afirma.

Además, la localización -Puerto Vallarta y Punta Mita (Riviera Nayarit)- se convierte en “un personaje más en la película” y sobre todo, aporta “algo diferente”, aspecto que era una de sus principales preocupaciones de Velilla a la hora de afrontar la secuela.

“Si no tienes nada nuevo que aportar (en una segunda parte), es bastante difícil ilusionarte”, explica.

La idea de rodar en la playa, en un sitio paradisiaco, parece muy atractiva, pero tiene el inconveniente de ser “agotador”: “Es en exteriores, no lo tienes todo tan controlado como cuando ruedas en un estudio”.

El lado bueno, subraya, es que buena parte del equipo repite en esta película, por lo que el trabajo se desarrolla con más facilidad.

Desde el inicio, Velilla tuvo una buena “conexión” con los actores protagonistas: “Les expliqué mi forma de hacer comedia, de no solo buscar el ‘gag’, la gracia, sino que ante todo tenía que prevalecer la historia que estábamos contando, y ellos lo entendieron muy bien”.

El director relata que su proceso de trabajo comprende un periodo “bastante largo de ensayos” -de uno o dos meses-, en el que caben propuestas que van dibujando la película.

Aunque a la hora del rodaje, para él quedan excluidas las improvisaciones, porque considera que es mejor “seguir lo que se ha ensayado”.

En esta ocasión, se ha mantenido el concepto de la película alemana, pero el estudio, Pantelion Films, quiso que se desarrollara una historia diferente, lo cual “no es lo habitual”.

La tarea de escritura del guión recayó en manos de David Olivas, Claudio Herrera y Sergio Sánchez.

“No manches Frida” cosechó unos muy buenos resultados en su estreno en los cines, y se convirtió en el cuarto largometraje más taquillero en la historia del cine nacional.

“No hay nada más bonito para los que contamos historias que sea el mismo público el que te demande la siguiente”, asegura el cineasta al respecto.

Velilla reconoce que este ha sido su “año de las secuelas”, ya que hace poco terminó el rodaje de la segunda parte de “Perdiendo el norte” (2015), película que no dirige pero en la que sí firma el guión y produce.

Aunque bromea con que sus planes inmediatos son “descansar” después de unos meses agitados, explica que también está trabajando en el guión de una película española que rodará el año que viene.

Además de “algún proyecto para Estados Unidos y México”, concluye el director.

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