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Sequías e incendios cambian el bosque de coníferas entre California y Oregón

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EFE

Los crecientes incendios y las sequías de verano están cambiando drásticamente el paisaje de plantas coníferas del norte de California y el suroeste de Oregón, según una nueva investigación financiada por la National Science Foundation y publicada hoy en la revista Scientific Reports.

El Klamath, como se conoce a la región única en el mundo, es un punto de acceso de diversidad biológica y un almacén de carbono, hogar de asombrosas 29 especies de coníferas y muchas plantas raras que existen solo en esta pequeña región del mundo.

El equipo de investigación, compuesto por científicos del Bosque de la Universidad de Harvard, el Smithsonian Conservation Biology Institute y la Universidad Estatal de Portland, simula en el estudio los próximos 100 años de la dinámica forestal en el Klamath, de acuerdo con cinco posibles “futuros” del clima.

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Jonathan Thompson, ecólogo principal del centro Harvard Forest, de la Universidad de Harvard, y coautor del estudio, explica que “si el intervalo sin incendios es muy corto o las condiciones de crecimiento son demasiado áridas, los arbustos pueden persistir indefinidamente, y las icónicas coníferas desaparecerían “.

Thompson agregó que en la medida en que el calentamiento global continúe, los incendios forestales severos serán más frecuentes, y las condiciones áridas favorecerán a los arbustos sobre las coníferas. La combinación significará menos bosque de coníferas, contrario a lo que actualmente hace que el Klamath sea tan particular.

Durante la simulación, cada escenario de cambio climático indicó una mayor sequía en el verano, reduciendo la supervivencia de la planta en general.

El cambio climático también aumentó el tamaño, la intensidad y la frecuencia de los incendios forestales, que pueden acabar incluso con los árboles más grandes, reducir la tasa de supervivencia de nuevas plántulas de árboles y allanar el camino para el crecimiento de esos arbustos de bajo crecimiento, que a su vez generan más combustible para futuros incendios.

Las simulaciones climáticas más cálidas dieron como resultado incendios que romperían todos los récords en cuanto al tamaño de zonas quemadas en la región.

El resultado más sorprendente fue que los arbustos barrieron el bosque, incluso en ausencia de un cambio climático intensificado. Con el clima actual, la región puede esperar que al menos un tercio de los icónicos árboles con forma de cono sean reemplazados por arbustos durante el próximo siglo.

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