Anuncio

El Supremo evalúa si un preso sufrirá dolor innecesario en su ejecución

Share
EFE

El Tribunal Supremo aceptó hoy evaluar el caso de Russell Bucklew, un preso de Misuri condenado a muerte que asegura que sufrirá un dolor “innecesario” al ser ejecutado porque padece una enfermedad rara.

La ejecución de Bucklew, mediante inyección letal, estaba fijada para el 20 de marzo, pero el Tribunal Supremo decidió suspenderla mientras considera su recurso.

La defensa de Bucklew asegura que la ejecución le producirá un daño innecesario debido a que sufre una enfermedad llamada cavernoma, una malformación vascular que predispone a hemorragias a quienes la padecen.

Anuncio

Según detallan los abogados de Bucklew, su enfermedad provoca la formación de tumores inestables y llenos de sangre en la cabeza, cuello y garganta, unos bultos que pueden romperse fácilmente y bloquear las vías respiratorias.

El resultado, según aseguran, es que la inyección letal hará que los tumores de Bucklew se rompan y acabe ahogado en su propia sangre, sufriendo “el dolor insoportable de una asfixia prolongada”.

Lo que quieren los abogados de Bucklew es que el Tribunal Supremo determine que deben encontrarse métodos alternativos de ejecución para aquellos presos con condiciones médicas graves y que tienen la posibilidad de sufrir un dolor adicional debido a las enfermedades que padecen.

La defensa interpuso su recurso buscando el amparo de la Octava Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe los castigos crueles e inhumanos.

Bucklew, de 49 años, fue sentenciado a muerte por haber asesinado a un hombre en 1996 para luego violar a su novia.

Desde que el Tribunal Supremo reinstaurara la pena de muerte en 1976, el país en conjunto ha ejecutado a 1.474 personas, y Misuri a 88, según un informe actualizado del Centro de Información sobre la Pena de Muerte.

Anuncio