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Escasez de agua en el Oeste fue el centro de un Simposio en Colorado

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EFE

El Simposio Agua en el Oeste, que durante dos días congregó en Denver a expertos, empresarios y funcionarios, analizó la creciente escasez hídrica y su impacto en la sociedad y en la economía de la región, especialmente en la producción de alimentos y la conservación del medio ambiente.

Como dijo hoy en este primer simposio sobre el tema Tom Vilsack, director ejecutivo del Consejo Estadounidense de Exportación de Productos Lácteos y exsecretario de Agricultura de Colorado, “no solamente la vida depende del agua”.

“Las oportunidades económicas dependen de ella; las oportunidades de disfrutar, entretenerse y recrearse dependen de ella; la oportunidad de tener seguridad en el hogar depende de ella; la salud pública depende de ella”, agregó.

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Al simposio organizado por la Universidad Estatal de Colorado (CSU) asistieron unos 400 científicos, agricultores, legisladores, conservacionistas y educadores de 200 organizaciones.

El actual secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Sonny Perdue, que participó en la jornada de clausura, dijo que “antes de que nos falte el agua”, es necesario establecer acuerdos entre los distintos sectores porque “cuando el agua es abundante, todos nos llevamos bien, y cuando el agua escasea, no”.

Perdue sostuvo que hay “muchos mileniales una vez más trabajando el suelo con sus manos” y confió en que esos jóvenes serán quienes, al impulsar el uso de nuevas tecnologías, cambiarán “la agricultura y las industrias relacionadas”.

El simposio marcó el inicio de la construcción del Centro de Recursos de Agua (WCR, en inglés) que tendrá sede en Denver y será un “espacio de colaboración” para el desarrollo de programas e investigaciones.

Esta reunión “sirvió para entender los problemas del agua desde una perspectiva multidisciplinaria y establecer el escenario para las investigaciones, trabajos legislativos y programas comunitarios en el WRC”, explicó a Efe Tiana Nelson, portavoz de CSU.

Específicamente los expertos se enfocaron en cuatro temas: innovaciones en uso y conservación de agua, financiamiento de proyectos relacionados con agua, impacto de leyes federales sobre agua en el oeste del país, y conexiones entre agua, comida y energía.

“Creo que es hora de que realmente entendamos el papel del agua en nuestras vidas para tratar al agua como el precioso recurso natural que es”, agregó Vilsak, puntualizando que eso significa “asegurarnos que las generaciones futuras tengan suficiente agua”.

La tarea, sin embargo, resultará difícil dado que la falta de agua en el oeste del país ya llega al nivel de crisis, según un reporte presentado a principios de este mes por el Centro de Pronósticos de la Cuenca del Río Colorado.

Según ese pronóstico, la falta de suficientes nevadas durante el invierno pasado causará que el río Colorado fluya con menos de la mitad (43 %) de su caudal promedio.

Sólo existe un 3 % de posibilidades de que ese río, que provee de agua a unos 30 millones de personas en siete estados del oeste de Estados Unidos, fluya normalmente este año.

A la vez, el Lago Powell, el principal embalse de la región, en el límite entre Utah y Arizona, tendrá menos de la mitad del agua que habitualmente tiene, afectando así el suministro de agua de ocho millones de personas del oeste del país.

Y el Buró de Reclamación de Estados Unidos anticipa que el Lago Mead, en Arizona, donde se acumula el excedente de agua del Lago Powell, tendrá este año y el año próximo suficientes reservas, pero a partir de 2020 es posible que haya que imponer recortes obligatorios en el uso de agua del lago si el nivel sigue bajando.

En Colorado, según datos del gobierno federal, ninguna ciudad está en condiciones normales en cuanto al suministro de agua, con numerosas poblaciones en condiciones de sequía extrema o de sequía excepcional, ya que sólo nevó un tercio del promedio histórico.

La sequía ha hecho que la temporada de incendios forestales en Colorado haya comenzado inusualmente temprano, en abril, una época en la que habitualmente los deshielos de primavera y el suelo todavía húmedo impiden los incendios.

Según información difundida esta semana por la División de Prevención de Incendios de Colorado, la combinación de un “invierno anormalmente seco” con “temperaturas más cálidas” en 2018 que en 2017 para esta época del año ha hecho que Colorado se convierta en un estado “cada vez más vulnerable a incendios severos”.

En su intervención, Vilsack enfatizó la necesidad de “comunicar la urgencia de resolver los problemas del agua” y de que los sectores interesados colaboren para “comenzar el trabajo necesario para identificar soluciones”.

El simposio concluyó con el anuncio del establecimiento del Consorcio de Innovación de Irrigación, en CSU Fort Collins, gracias a una donación de 5 millones de dólares por parte de Asociación de Irrigación, que agrupa a empresas de todo el país dedicadas a esa industria.

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