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La fiscalidad sobre los salarios cayó en la OCDE por cuarto año consecutivo

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EFE

La fiscalidad sobre los salarios, incluyendo el impuesto sobre la renta y las cotizaciones y descontando las ayudas familiares, bajó el pasado año en la OCDE para representar un 35,9 % de la remuneración bruta, lo que significa 0,13 puntos porcentuales menos que en 2016.

Los porcentajes más elevados de impuestos para los solteros sin hijos que cobran el salario medio de su países respectivos, que se toman como referente, se constataron en Bélgica, con un 53,7 %, y en Alemania, con un 49,7 %, explicó hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe anual sobre la cuestión.

A continuación, otros tres países que también pertenecen a la zona euro: Italia (47,7 %), Francia (47,6 %) y Austria (47,4 %). España se situó sensiblemente por detrás, con un 39,3 % (una décima menos que en 2016), pero por encima de la citada media de la OCDE.

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Los países con la fiscalidad sobre los salarios más baja en términos relativos fueron Chile (7 %), Nueva Zelanda (18,1 %), México (20,4 %), Suiza (21,8 %), Israel (22,1 %) y Corea del Sur (22,6 %).

La llamada “cuña fiscal” es netamente más baja para las familias con hijos, que en términos generales reciben ayudas públicas y un tratamiento impositivo más favorable.

Así, para una pareja en la que trabaja sólo uno de los dos y con dos hijos, el porcentaje de retenciones sobre el salario bruto fue del 26,1 % en el conjunto de la OCDE, pero de nuevo con notables diferencias según los países.

En la parte alta de la tabla estuvieron Francia (39,4 %), Grecia (39 %), Italia (38,6 %), Finlandia (38,4 %) y Bélgica (38,3 %). España se quedó en décima posición, con un 33,7 %.

Cerraron la lista Canadá (11,5 %), Irlanda (10,8 %), Polonia (10 %), Suiza (9,1 %), Chile (7 %) y Nueva Zelanda (6,4 %).

Los autores del estudio constataron que globalmente desde 2000 han aumentado las ventajas fiscales para las familias con hijos, en particular para los trabajadores solteros.

Una tendencia “alentadora” para el director de política fiscal de la OCDE, Pascal Saint Amans, que la consideró “primordial” para favorecer un crecimiento incluyente y para mantener incitaciones al trabajo, sobre todo para los que tienen ingresos bajos o medios.

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