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Caravana de migrantes centroamericanos llega a su destino, Ciudad de México

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EFE

La caravana de migrantes centroamericanos que partió del sur de México a fines de marzo llegó hoy a su destino, la capital del país, punto desde el cual el millar de personas participantes decidirán, a título individual, si continúan su camino hacia Estados Unidos.

Los migrantes, en su mayoría provenientes de Honduras, salieron esta mañana en autobuses desde el céntrico estado de Puebla y llegaron al mediodía a un albergue cercano a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, donde ya les esperaba un grupo reducido de compañeros que arribó hace unos días.

Una vez que acomodaron en el albergue las pertenencias que han acarreado desde que salieron de Tapachula (estado de Chiapas) el pasado 25 de marzo, fueron a hacer una visita a la llamada Virgen Morena para darle las gracias y asistir a una misa.

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En un principio, el plan de la caravana, también conocida como “Viacrucis del migrante”, era llegar a la frontera con Estados Unidos, pero la organización impulsora de la movilización, Pueblo Sin Fronteras, decidió que era inviable dado el elevado número de niños de este año, unos 300.

Ahora, es el momento de que cada uno de los participantes decida cuál será su ruta. Muchos de ellos quieren quedarse en México, y han recibido durante la marcha asesoría por parte de abogados para hacer una solicitud de asilo.

Sin embargo, otros, como Janci Guadalupe, seguirán con su plan de avanzar hacia el norte.

“Mi sueño es llegar a Estados Unidos, si Dios me lo permite”, afirma la salvadoreña.

Viaja acompañada únicamente por su hijo de dos años, y salió de su país porque a su esposo lo asesinaron allí y las mismas personas que lo hicieron le querían quitar al niño.

“Allá está bien tremendo ahorita”, comenta a Efe Janci, para quien “fueron más grandes las ganas y el valor” de emigrar que arriesgarse a que su hijo “perdiera la vida” en El Salvador.

Otro de los participantes, Rubén Alberto, reconoce que su recorrido hasta la capital ha sido más fácil gracias a la caravana. “Hemos venido acompañados todos y dándonos calor uno con otro en los momentos de tristeza, dándonos valor”, afirma.

Ahora va a descansar, pero no durante mucho tiempo, ya que tiene pensado, si puede, “salir hoy mismo para la frontera” con Estados Unidos, donde tiene en mente cuál será su destino: Houston.

La caravana, que se celebra de manera anual desde 2010, se ha situado este año en el punto de mira internacional después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresara sus críticas hacia ella.

Trump incluso se jactó de que el Gobierno mexicano la había frenado porque él amenazó con cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque la movilización en ningún momento cesó sus actividades.

El director en México de Pueblo sin Fronteras, Irineo Mújica, comparó los ataques de Trump a los migrantes a la batalla entre “David y Goliat”.

“La solución no está en reprimir a los migrantes; la solución está en que (Trump) vaya al ‘Triángulo de la Muerte’ (el Triángulo Norte de Centroamérica) y en vez de darles dinero les dé una regañada por primera vez”, argumenta a Efe Mújica, convencido de que es necesaria una mayor “presión” a los Gobiernos de esos países (Honduras, Guatemala y El Salvador).

Argumenta que hay que ir “a la raíz del problema”, y pone por ejemplo la situación en Honduras, donde “los militares han convertido las calles en un terror” y el coste de la canasta básica alimentaria ha aumentado de un modo “desmesurado”.

En la capital mexicana, los integrantes de la caravana intentarán reunirse con responsables de instituciones como la Secretaría de Gobernación (Interior), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

El viacrucis “se terminó, pero la defensa por los derechos humanos, la pelea por los derechos humanos en la frontera, sigue”, dice Mújica, quien asegura que no van a “dejar solos” a los migrantes.

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