Miles de jóvenes de Chicago se suman a la Marcha Por Nuestras Vidas
Unos 30.000 jóvenes del área de Chicago partieron esta tarde a Washington para participar el sábado en Washington DC en la Marcha Por Nuestras Vidas, una convocatoria nacional que llama la atención del país sobre incidentes violentos como el tiroteo en la secundaria Parkland, en Florida, donde 17 personas perdieron la vida en febrero.
Los jóvenes, mayormente de las secundarias de Chicago, suburbios y otras partes de Illinois, se transportan en autobuses con sus mochilas y agua embotellada.
Uno de esos grupos partió de la Iglesia Inmaculada Concepción en el barrio de Brighton Park, en Chicago, donde los homicidios por armas de fuego también con constantes.
“Me siento realmente muy inspirado por los jóvenes, muchos de ellos han experimentado incidentes de violencia en la comunidad y han perdido a una hermana o a un hermano,” dijo a Efe el sacerdote Manuel Dorantes, de dicha iglesia, la cual está ayudando a 50 jóvenes de entre las edades de 14 y 18 años para hacer este viaje.
El sacerdote y los jóvenes dijeron a Efe que buscan llamar la atención del país para regular la venta de armas de alto poder en el país.
“Estamos unidos por el dolor que las armas causan,” dijo el sacerdote Dorantes antes de partir a la protesta de la capital del país.
Uno de los jóvenes es Diego García, de 16 años, estudiante de segundo año en la Secundaria Mansueto de Chicago y uno de los organizadores del viaje.
“Nuestra comunidad ha perdido a estudiantes por la violencia, ya no quiero que mis amigos estén en riesgo,” dijo a Efe García.
Aseguró estar muy motivado y piensa que el impacto de la marcha será impactante.
“El mensaje que quiero enviar al país es que el valor de la vida es más grande que el valor de las armas;” afirmó García.
A la pregunta de qué pancarta portará, el joven hispano dijo que ya la lleva y lee en ingles “Loving Arms, Not Fire Arms”, cuyas traducción sería “Brazos amorosos, no armas de fuego”.
Otro estudiante en este grupo es Miguel Carbajal, de 15 años de edad, quien cursa el segundo año en la Secundaria World Language, en el barrio de Pilsen.
“Estoy un poco nervioso, pero emocionado,” sostuvo, y agregó que empacó comida, agua y un cambio de ropa.
Carbajal criticó a la clase política que “prefiere las armas sobre la vida” y dijo que si pudiera él le diría a la Asociación Nacional del Rifle (NRA), “ya basta, ayuda a que sea más difícil conseguir un arma de fuego”.
El joven agregó que quiere que se controle mejor la venta de armas, se prohíban los mecanismos “bump stock” para acelerar los disparos y que se eleve la edad de las personas que puedan comprar armas.
“Por ejemplo, yo no puedo comprar una bebida, pero a los 18 años puedo comprar armas; no está bien eso”, enfatizó.
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