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Maestros del sistema público de educación de Puerto Rico paran contra reforma

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EFE

Los maestros del sistema público de enseñanza de Puerto Rico llevan a cabo un paro en contra de la reciente reforma anunciada por el ejecutivo, que ya ha sido aprobada por la Cámara de Representantes y cuyo único trámite restante es el Senado y la firma del gobernador, Ricardo Rosselló.

El pasado 15 de marzo el Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública (FADEP) de Puerto Rico anunció el paro de hoy como respuesta a la aprobación en la Cámara de Representantes de la reforma del sistema público de educación, que ha situado en la picota a la secretaria del ramo, Julia Keleher.

Muchos ven en algunos aspectos de la reforma una forma encubierta de privatización, especialmente con el modelo de escuelas chárter que incluye el proyecto.

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El paro no cuenta con el apoyo de la Asociación de Maestros, cuya dirigente, Aida Díaz, dijo hoy en declaraciones a la emisora WKAQ 580, que no saca nada “con tirar a los maestros hoy a un paro, cuando estoy en una mesa en la que puedo conseguir otras cosas”.

La marcha que llevaron a cabo los profesores, acto central del paro, comenzó a las once de la mañana, hora local, en un parque de la ciudad y concluyó en el Capitolio.

Los asistentes a la marcha inundaron los alrededores del capitolio donde estuvieron alrededor de casi tres horas y en la que se podían leer carteles con frases como “Mientras existan maestros de pie, no habrá pueblo que viva de rodillas”, “Cero privatización”, “La educación no se vende, se defiende” o “No a las escuelas chárter”.

En el acto, la presidenta de la Fadep, Mercedes Martínez, advirtió que la lucha en contra de la medida continuará y que esta medida es el “ataque más grande” que ha sufrido nunca el gremio en la isla.

“Llegó el momento de que las maestras y maestros nos hagamos sentir. Para el gobierno los intereses de las empresas privatizadoras son primero que nuestros niños y sus maestros. Solo una acción contundente le permitirá reconsiderar su intransigencia”, indicó en la convocatoria la FADEP.

“Para crear las condiciones e implantar este proyecto de falsa reforma educativa el Departamento de Educación decretará el cierre de más de 300 escuelas, el despido de unos 7.000 transitorios, el traslado masivo de maestros y maestras permanentes, el hacinamiento de estudiantes en sus salones y la reducción de la oferta académica”, agregó la organziación.

A su vez, consideraron que “con las escuelas chárter (que incluye la reforma) los maestros perderán sus permanencias, seguridad de empleo, días de vacaciones y enfermedad, bono, retiro y demás derechos laborales. La falsa reforma educativa condenará a la esclavitud a los educadores”.

“Sabemos que estamos ante la más cruda ofensiva contra la educación pública. Es muy probable que el Senado insista en aprobar el proyecto. No guardamos grandes esperanzas en que el sentir de las comunidades escolares sea atendido por ese cuerpo. Pero sabemos muy bien que está lucha la vamos a ganar en la calle. Ya hemos derrotado la privatización en el pasado y venceremos una vez más”, concluyeron.

En declaraciones a EFE, Fabiola Pachá, madre de un alumno de una escuela en el centro de la isla, dijo que con esta reforma “uno se da cuenta de que piensan en el dinero y lo último es la educación, que es realmente lo que importa”.

“Esta reforma lo que hace es empobrecer el sistema educativo de Puerto Rico ya que lo que básicamente hace es privatizarlo”, recalcó.

Tanto el gobernador, Ricardo Rosselló, como la propia Keleher, han recalcado en varias ocasiones y negado tajantemente que el sistema se vaya a privatizar.

Los convocantes esperaban que el paro fuera secundado por unas 2.000 maestros.

No se disponen de cifras oficiales sobre el respaldo logrado.

Ayer la secretaria de Educación advirtió sobre la posible extensión del curso escolar ante el paro del sector mañana.

La población total de maestros del Departamento de Educación (DE) es de unos 31.000 docentes.

Además invitó a todos a que lean la reforma del sistema público de educación y que juzguen su valor a través de sus propios criterios.

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