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Presidente del WBC busca aumentar la reinserción social con boxeo carcelario

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EFE

El presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, sigla en inglés), Mauricio Sulaimán, se ha volcado con un objetivo bien alejado de los focos y la atención mediática de las grandes noches pugilísticas, reducir el índice de reincidencia criminal y su próximo objetivo es Arizona.

Con este objetivo en mente, Sulaimán se reunió esta semana con el alguacil del condado de Maricopa, Paul Penzone, para proponerle tácticas deportivas por medio del boxeo para los reos de Arizona.

“Nos motiva que un programa que nació en México tenga posibilidad de ser compartido con otros países y estados como Arizona, así que nos llevamos un plan de trabajo a desarrollar y pronto estaremos de vuelta”, dijo a Efe Sulaimán.

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Este proyecto se hizo papel en el libro “RING: Reintegración a través de un programa de boxeo”, elaborado en coordinación con la doctora Eunice Rendón y plasma los resultados de las tácticas deportivas que permiten a los internos reintegrarse a la sociedad una vez que salgan de prisión.

“Este libro es el resultado de un programa muy efectivo que se armó entre un grupo experto en reinserción con el WBC, desarrollado a 30 reos de una cárcel de Morelos (México) durante cuatro meses”, explicó.

Mencionó que los presos tuvieron cambios significativos en su comportamiento gracias a los entrenamientos, pláticas con boxeadores profesionales y sesiones de terapia individual y grupal sobre el control de la violencia y las relaciones interpersonales.

“Todos tuvieron un cambio absoluto en su forma de ser y con sus familias, además del efecto de su liderazgo dentro del penal y su cambio de comportamiento llevaron su autoestima muy por arriba, hasta convertirse en personas que pueden salir de la cárcel y ser parte de la sociedad”, consideró.

Rendón fue la encargada de desarrollar la metodología del proyecto, por lo que aseguró a Efe que su implementación en las cárceles de México ha tenido resultados muy positivos.

Mencionó que a Penzone le interesó el proyecto para desarrollarlo en las cárceles, pero puso mucho énfasis en que también se lleve a cabo en las comunidades más vulnerables al delito y la violencia.

“Nos habló de ambos esquemas penitenciarios, los centro de detención y las cárceles. Le interesó las intervenciones con los presos estatales, pero más le interesa que trabajemos en las comunidades expulsoras de delincuentes”, expresó.

Informó que el programa tiene un costo de 2,5 millones de pesos (133.600 dólares) por cuatro meses en México, pero que se tendría que cotizar un presupuesto distinto para Estados Unidos, ya que cada país tiene características específicas.

Rendón dijo que este programa ya se implementó con éxito en Chicago (Illinois) en zonas latinas con problemas relacionados con delincuencia, después de que llevase a cabo un programa similar, “Boxeando para la seguridad”, que se desarrolló en el barrio de la capital mexicana Tepito, así como Cancún y Monterrey.

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