Anuncio

Banca reitera compromiso con México en convención con fuerte acento electoral

Share
EFE

La banca de México refrendó hoy su compromiso de hacer de México un país más próspero y trabajar de la mano con el futuro mandatario, en una jornada en que participaron los principales aspirantes presidenciales, incluso el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

“Como banca, hemos refrendado nuestro compromiso como un actor que apuesta por el país, por su gente y sus empresas”, aseguró el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Marcos Martínez Gavica, en la clausura de la 81 convención bancaria.

El también presidente del consejo de administración de Grupo Financiero Santander recordó que el país se halla en un “proceso de renovación” y que pese a las “diferencias profundas” entre candidatos, todos coinciden en “construir un México más próspero”.

Anuncio

El plato fuerte de la jornada en esta convención de dos días celebrada en el puerto de Acapulco ha sido la participación de los tres candidatos a la Presidencia de los principales partidos políticos, José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador.

López Obrador -abanderado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con el Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES)- era la figura que más expectación generaba, pues a menudo sus posturas parecen alejadas de la iniciativa privada.

Pero el líder izquierdista, que lidera los sondeos rumbo a la Presidencia, mostró su cara más moderada y conciliadora: “No vamos a afectar a la banca en nada, tengan confianza”, aseguró.

Se mostró amigo del sector, al que valoró como “muy fuerte”, y solo pidió mayor cobertura financiera en el país, pues en un millar de municipios no llega todavía el servicio.

En el plano económico, rechazó acabar de plano, si es elegido presidente, con las reformas estructurales que tanto le ha criticado al actual mandatario, Enrique Peña Nieto, aunque no descartó revisarlas.

Y afirmó que, eso sí, parará la construcción del nuevo aeropuerto capitalino, la megaobra del actual mandato, y se mostró como un espadachín contra la corrupción, pues combatiéndola se podría recuperar entre 10 % y 20 % del presupuesto nacional.

López Obrador fue recibido con escasos aplausos, muy al contrario que José Antonio Meade, abanderado del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) en coalición con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza.

Meade, titular de Hacienda durante el mandato de Felipe Calderón (2006-2012) del conservador Partido Acción Nacional (PAN) y de Peña Nieto, llegó a un auditorio con la gente en pie y rebosante de ovaciones.

Como pez en el agua, llevó a cabo una simpática presentación en la que simulaba una conversación por Whatsapp con su esposa, Juana Cuevas.

Ganó en la distancias cortas, pero le costó mucho más transmitir el mensaje. Apostó por el Estado de derecho y por un combate frontal a la violencia, especialmente reforzando el control de armas, pues se calcula que entre 0,5 y 1,5 millones de armas están ilegalmente en manos del crimen organizado en México.

Apostó por cambiar la Ley de Extinción de Dominios porque dificulta restringir los ingresos que están “en manos de cárteles”, y propugnó reforzar los cuerpos policiales.

Ricardo Anaya del PAN, que se presenta en coalición con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Ciudadano, hizo gala de su buena oratoria y expuso un discurso claro en que se comparó infinidad de veces con López Obrador, al que lanzó muchas pullas, e incluso insinuó que era un “iluminado”.

Tachó de “error garrafal” la idea de cancelar las reformas estructurales y aplaudió el papel de los bancos, pues incentivan las economía.

Se mostró como candidato del cambio y con visión de futuro, pintando a López Obrador, que considera su único contrincante, como alguien anclado en el pasado.

También tuvo palabras para la Fiscalía de México, que lo investiga por presunto lavado de dinero, y la acusó de ser “casa de campaña alterna del PRI”.

En esta última jornada de la convención también hubo espacio para la coyuntura con la conferencia del ministro de Economía, Ildefonso Guajardo, quien

El funcionario habló de las ventajas del libre comercio y aseguró que hay un “espacio real” para que la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) concluya antes de los decisivos comicios mexicanos del 1 de julio.

Un tanto presuntuoso, no descartó participar en gobiernos futuros, pero contó que hay candidatos -en una referencia López Obrador- que quieren bajar los sueldos a los funcionarios.

“Y ya con lo que gano no me alcanza”, dijo el ministro, provocando las risas del sector bancario.

La banca celebró estos días la buena salud del sector, con crecimientos a doble dígito, y un aumento de su infraestructura e inversiones.

Ello contrasta con la economía mexicana, que en 2017 se ralentizó al crecer 2 %, o con la chocante cifra de pobres en una nación que forma parte del G20 -53,4 millones o 43,6 % de la población, según los últimos datos oficiales.

Anuncio