Anuncio

Policía que dio muerte a hispano de 14 años en Los Ángeles no será acusado

Share
EFE

El oficial de la policía de Los Ángeles que disparó y dio muerte al joven de 14 años Jesse Romero en el barrio Boyle Heights, en 2016 durante una persecución, no tendrá que responder por cargos criminales ante la fiscalía, según acaba de anunciar el organismo angelino mediante un comunicado.

Un fiscal de Los Ángeles no encontró razones suficientes para establecer cargos contra el agente Edén Medina.

El caso generó una demanda por parte de los padres del joven hispano, quienes alegaron que la ciudad ha sido permisiva con este tipo de conductas de los agentes.

Anuncio

“Al demandar justicia para Jesse Romero, su mamá Teresa Domínguez y su papá Germán Romero siguen unidos exigiendo justicia por su hijo y la familia se han unido para apoyar a otras (personas) que han sufrido la misma tragedia”, declaró a Efe Carlos Montes, activista del populoso vecindario Boyle Heights y director de la organización independiente en pro de los Derechos Humanos Centro CSO.

La Comisión de la Policía de Los Ángeles, un organismo civil que supervisa las acciones del Departamento de Policía (LAPD), igualmente encontró en julio de 2017 que los disparos de Medina contra el adolescente fueron justificados y que el agente actuó siguiendo las normas del LAPD.

Romero murió a causa de dos disparos que recibió cuando huía de la policía el 9 de agosto de 2016 en Boyle Heights, al este de Los Ángeles, dos semanas antes de cumplir 15 años.

El LAPD informó que cuando los agentes respondieron a una llamada de denuncia sobre actos vandálicos con grafiti en una propiedad, encontraron a tres hombres en el lugar señalado.

Agregó que cuando la policía se acercó hacia los tres, Romero “inmediatamente huyó de los oficiales, mientras agarraba la parte frontal de su cintura”, lo que obligó a los agentes a iniciar una persecución a pie.

Durante la persecución se escuchó un disparo y los agentes respondieron al fuego, dando muerte al adolescente.

Se encontró un revólver a unos 10 pies (3 metros) del cuerpo de Romero, al otro lado de una cerca metálica.

Los representantes de la familia de Romero alegan que el joven no disparó contra los agentes, sino que tiró el arma por encima de la cerca y que el revólver se disparó al caer al pavimento.

La fiscalía informó que un investigador del caso anotó en su reporte que “la más posible explicación de la evidencia fue que el revólver fue disparado y después lanzado”.

Romero fue una de las seis personas que recibieron en 2016 disparos en enfrentamientos con la División Hollenbeck que patrulla el Este de Los Ángeles.

Anuncio