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Carson da marcha atrás en gasto de 30.000 dólares en muebles para su oficina

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EFE

El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Ben Carson, pidió a su departamento que cancele la compra de mobiliario para su oficina por valor de 31.000 dólares tras hacerse pública la adquisición, informó hoy la Casa Blanca.

“La orden fue cancelada y están explorando algunas opciones más responsables con el dinero público”, afirmó hoy la portavoz presidencial, Sarah Sanders, sobre la polémica que rodeó al titular de la cartera de Vivienda tras conocerse la información.

Al respecto, el propio Carson dijo que estaba “tan sorprendido como el resto al saber que se había pedido un juego de comedor valorado en 31.000 dólares”, según un comunicado citado por la cadena CNN.

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“He reclamado que el pedido sea cancelado. Encontraremos otra solución para el reemplazamiento de los muebles”, aseguró el responsable republicano, quien también indicó que su mujer, Candy Carson, ha preguntado si era posible mantener el mobiliario previo.

En esta línea, comentó que él ha “dejado claro” que no está “feliz” con los precios de los objetos encargados y que su “preferencia” sería “encontrar algo más razonable”.

Según informaron medios locales esta semana, el departamento que dirige Carson registró a finales de 2017 el desembolso de 31.561 dólares con motivo de un nuevo juego para el comedor en un momento en el que la Casa Blanca planteaba recortes en programas de vivienda para los más pobres.

Una mesa personalizada, sillas y un mueble para almacenamiento fueron los elementos que sumaban la cuantía de la compra.

Ésta se produjo un mes después de que una miembro de organización del departamento se quejara por escrito de que la mujer del secretario, Candy Carson, les estaba presionando para encontrar dinero para la redecoración de la oficina aunque hubiese que burlar la ley.

Según recordaron entonces desde el equipo del área, un gasto superior a los 5.000 dólares destinados a “amueblar o redecorar la oficina del jefe de un departamento” requiere de la aprobación del Congreso, algo que no sucedió en este caso.

Los reclamos habrían comenzado en enero de 2017, cuando Donald Trump tomó posesión como presidente y Ben Carson aún no había sido confirmado como máximo responsable de Vivienda.

Entonces, la secretaria interina del departamento, Craig Clemmensen, le transmitió la petición a Helen Foster, miembro de organización, quien le informó de la limitación de 5.000 dólares.

“Con 5.000 dólares no se puede ni comprar una silla decente”, replicó entonces Clemmensen, según recogió Foster en su protesta, que fue publicada por el diario británico The Guardian.

El nuevo mobiliario estaba llamado a sustituir al que se encontraba en el comedor previamente, que tiene alrededor de medio siglo de antigüedad.

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