Rusia pide que el Consejo de Seguridad discuta mañana sobre Guta Oriental
Rusia pidió hoy que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna mañana para abordar la situación en el enclave rebelde sirio de Guta Oriental, objeto de una nueva ofensiva de las fuerzas gubernamentales.
El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, solicitó un encuentro a puerta abierta para este jueves, después de que el secretario general de la organización, António Guterres, reclamara hoy mismo una “suspensión inmediata” de las hostilidades en esa zona de las afueras de Damasco.
El Consejo de Seguridad lleva días negociando una posible resolución para decretar una tregua humanitaria de un mes en toda Siria, una iniciativa que hasta ahora Rusia ha rechazado al considerarla poco realista.
Suecia, uno de los países que lidera las conversaciones, aseguró hoy que las discusiones continúan y que el texto podría votarse en los próximos días.
Guterres, sin embargo, defendió que “Guta Oriental no puede esperar”.
“Esta es una tragedia humana desarrollándose delante de nuestros ojos y creo que no podemos dejar que las cosas sigan de esta forma horrible”, insistió el diplomático portugués.
La ONU calcula que unas 400.000 personas residen atrapadas por el asedio en Guta Oriental, cercado por las fuerzas gubernamentales sirias.
En los últimos días, la zona ha sido objeto de una escalada de los bombardeos y disparos de artillería, que según los analistas pueden ser preludio de una ofensiva más amplia por parte del Ejército sirio.
Desde Ginebra, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, pidió también hoy frenar la “aniquilación monstruosa” en Guta Oriental.
Según los casos documentados por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, al menos 346 sirios han fallecido y 878 han resultado heridos en la operación del Gobierno sirio y sus aliados contra Guta Oriental, sobre todo por ataques aéreos en zonas residenciales.
Durante los últimos días, potencias occidentales del Consejo de Seguridad como Francia y el Reino Unido han insistido en la necesidad de frenar esta ofensiva.
