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El comisionado Manfred está comprometido con dar más ritmo al juego

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EFE

La lentitud con que a veces se desarrollan los partidos del béisbol de las Grandes Ligas se ha convertido en uno de los problemas que el deporte pasatiempo nacional tendrá que dar solución si quiere adaptarse a los nuevos tiempos y el comisionado Rob Manfred se ha comprometido en lograrlo.

Manfred, en su gira de pretemporada por las distintas sedes de los campos de entrenamiento de primavera, llegó a la Florida, donde afirmó que las nuevas reglas para acelerar los partidos estarán en vigencia al inicio de los de pretemporada, la próxima semana.

El máximo responsable del béisbol profesional de las mayores tiene plena confianza en alcanzar un acuerdo con el sindicato de jugadores, pero tiene la facultad de implementar la propuesta hecha durante el receso de invierno de instalar cronómetros de 20 segundos y restringir las visitas al montículo.

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Las Grandes Ligas presentaron una propuesta al sindicato el pasado enero de renunciar al cronómetro para esta temporada como parte de periodo de transición de tres años para las nuevas reglas.

“Vamos a tener cambios en las reglas con respecto al ritmo del juego para la campaña de 2018. Se enterarán de esos cambios de reglas antes que iniciemos los partidos de pretemporada”, declaró Manfred en su visita al estadio Tropicana Field.

Manfred reiteró que su objetivo es que se logre a través de un acuerdo mutuo entre todas las partes, pero sea como sea se logrará.

“Ya sea por cuenta de un acuerdo mutuo sobre cambios específicos a las reglas o el cambio se impondrá como resultado de la normativa en el acuerdo colectivo que nos permite hacer ese cambio”, valoró Manfred.

El comisionado se refería a que bajo al nuevo contrato colectivo, los cambios unilaterales en las reglas del juego se pueden hacer con una advertencia de antemano durante el receso de invierno.

Lo anterior significa que las reglas más estrictas se pueden aplicar ante la ausencia de un acuerdo.

Aunque las Grandes Ligas pueden implementar solo el cronómetro o controles más severos a las visitas al montículo y no ambas, descartar parte de la propuesta podría generar en una querella de parte del sindicato que dejaría la decisión final en las manos de un juez de arbitraje.

“No veo nada sobre las propuestas sobre el ritmo del juego que puedan tener un efecto negativo en las relaciones laborales a largo plazo”, señaló Manfred. “Nos hemos esforzado en obtener la opinión de los jugadores. Nos hemos demorado en tomar algún tipo de acción. Hemos dejado en claro desde el principio que preferimos tener un acuerdo con los jugadores, como siempre lo hacemos”.

Se trata de una discusión que no se ha visto beneficiada por la apatía en el mercado de agentes libres, algo que ha irritado al sindicato, que ha visto como los dueños de los equipos no quieren arriesgar sus inversiones en contratos multimillonarios.

Docenas de agentes libres, entre ellos figuras como el abridor de origen puertorriqueño Jake Arrieta y los toleteros J.D. Martínez, de origen cubano, Mike Moustakas y Eric Hosmer, siguen sin firmar cuando ya han comenzado los entrenamientos de pretemporada en Florida y Arizona.

“Simplemente es un mercado distinto este año. Parece avanzar a paso de tortuga”, declaró el astro de los Cachorros Kris Bryant. “Es la realidad que tenemos y veremos como al final se van dando los acuerdos”.

Manfred defendió a las gerencias, al insistir que los equipos solo han respondido a los parámetros que dicta el mercado, y han tenido en cuanta su realidad económica de lo que debe ser la oferta y la demanda.

“Los mercados operan de forma diferente año tras años. Eso es lo cierto en nuestro negocio, que además se da porque cada año hay jugadores distintos, necesidades diferentes dentro de cada equipo”, analizó Manfred. “Este mercado ha sido distinto, en cuanto al momento. Pero creemos que los jugadores que sabemos son peloteros de Grandes Ligas acabarán firmando, sin importa cuál sea el cronograma”.

Manfred fue categórico al decir que el objetivo final para todos es que haya una buena relación entre todas las partes que ayude a que el deporte del béisbol profesional siga creciendo y haciendo las cosas mejor.

“Les deseamos la mejor de las suertes en ese aspecto”, subrayó Manfred. “Pero puedo decirles algo que es definitivo: los equipos se han comportado de una manera que es consistente con el acuerdo que pactamos con el sindicato, lo que significa que todos cumplimos los acuerdos”.

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