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Andrés Gutiérrez, el mexicano que protegió a Juan Pablo II y Donald Trump

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EFE

Con la firmeza que le dan sus 45 años de experiencia profesional, los movimientos de Andrés Gutiérrez Caro del Castillo siguen siendo rápidos y certeros; un talento basado en su conocimiento de las artes marciales que le ha permitido ejercer como escolta del papa Juan Pablo II o Donald Trump.

En la ciudad de Cuautla, en el centro de México, Gutiérrez enseña a Efe cómo desarmar a un oponente cuando este se encuentra apuntando con una pistola en una distancia corta. Con un golpe fugaz, el maestro desvía el arma y a continuación agarra el brazo del contrario y lo tira al suelo.

Gutiérrez explica que su conocimiento en artes marciales -específicamente del Lima Lama- hizo que le escogieran para encargarse de la seguridad de Juan Pablo II en la visita que hizo a México en 1999.

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En esa ocasión, “dentro de la Nunciatura se prohibió la entrada de armas de fuego, igual que en el Vaticano”, y solo se permitía el acceso de personal de seguridad, relata en una entrevista.

El Vaticano tampoco quería “nada del Gobierno”, por lo que el Estado Mayor Presidencial no entró en la seguridad del pontífice y se contrató a “personal particular para llevar la seguridad de una manera profesional”.

El escolta recuerda que todavía estaba reciente el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto de Guadalajara, capital de Jalisco, en 1993.

Según la versión oficial que se difundió entonces, Posadas fue acribillado en mitad de una balacera entre el cártel de Tijuana y el de Sinaloa, aunque hay incógnitas del caso que no quedaron esclarecidas y que señalan que el homicidio pudo no ser accidental.

Gutiérrez tuvo que trabajar seis meses antes de la visita papal (que fue del 22 al 26 de enero de 1999) para planear la estrategia de protección en lugares como la Basílica de Guadalupe o el Estadio Azteca.

Entre los momentos que pasó con Juan Pablo II, rememora con especial emoción cómo en una ocasión el papa le permitió entrar en la capilla donde hacía sus oraciones. Entonces él no sabía que es una “gran distinción” que no se concede a cualquiera, como luego le explicaron.

Sin embargo, el escolta considera que no fue a él a quien dieron ese honor, sino “a México”: “El papa le tiene mucho cariño a México, al mexicano, y fue una distinción que hizo al mexicano, no a Andrés Gutiérrez”, comenta.

El mexicano, que desarrolló desde joven su amor por las artes marciales aunque realizó estudios de Arquitectura, enseña algunas de las revistas que guarda, que incluyen artículos sobre su trabajo como guardaespaldas y sobre el sistema de protección GUCA, creado por él.

Entre los documentos también conserva el dossier que manejó para el concurso Miss Universo 2007, donde aparece toda la logística del evento.

Durante el certamen, que se desarrolló en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, se hizo cargo de la seguridad de Donald Trump, a quien califica como una persona “difícil” de tratar.

Cuando lo conoció, el ahora presidente de Estados Unidos era “muy prepotente, déspota, de los que no le parecen nada; habla mal a la gente”, señala Gutiérrez.

“Pero si mi trabajo era cuidarlo, yo lo tenía que hacer. Y hacerlo con gusto, ni modo, es mi trabajo”, agrega.

El escolta, que también ha trabajado para estrellas como Steven Seagal o Arnold Schwarzenegger, considera que, pese a la actitud que Trump ha mostrado contra los migrantes mexicanos, sí aceptaría volver a protegerle, “si es un trabajo profesional”.

Aunque, matiza, ahora el magnate “debe tener muchas gentes profesionales en la seguridad; por el puesto que tiene debe haber mucha gente muy capaz”.

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