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Diseñador Peñaranda se inspira en los dorados años 20 en su nueva propuesta

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EFE

El diseñador Raúl Peñaranda trajo hoy a su pasarela en la Semana de la Moda en Nueva York una colección de sensuales y elegantes vestidos largos ceñidos al cuerpo, escotes, lentejuelas, sin que faltaran los peinados y el marcado maquillaje de los años 20, que inspiró la propuesta.

El colombiano presentó su colección bajo el nombre de “Backstage at the Great Gatsby” con la que rindió tributo a las personas que trabajan para que una colección pueda ser mostrada.

“Cada colección está inspirada en una emoción o algo muy personal. Esta celebra al equipo en el ‘backstage’ que hacen que todo sea posible”, afirmó en entrevista con Efe el modisto, cuya propuesta recuerda el clásico filme “The Great Gatsby” y las “flappers”, aquellas jóvenes que marcaron una época y el inicio de la mujer moderna.

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Peñaranda, que se estableció en Nueva York en el 2000, realizó una presentación poco usual, en la que sus invitados pudieron presenciar el proceso previo de maquillaje y peinado de las modelos y a diferencia de lo es común en los desfiles, algunos de sus maniquíes rozaban los 30 años.

“No son jóvenes, son mujeres bellas, trabajadoras, que queremos sean una voz para el movimiento Me Too, de que puedes ser bella y sensual, dueña de tus decisiones y no tiene que venir nadie con poder y abusar sexualmente”, señaló el modisto de 47 años, hijo de una costurera.

La colección, centrada en vestir a la mujer para la noche, en su mayoría en chifón y seda, se caracterizó por vestidos con escotes uve al frente así como otros amplios en la espalda y con cola, pero también con transparencias de encajes que mostraban con sutileza la piel y en otros destacó el tirante espagueti.

Destacaron además un vestido en seda dorado palabra de honor que imitaba los cristales swarovski de falda amplia, así como otro sin mangas, de amplio escote uve al frente bajo una transparencia y la falda deshilachada, trabajo que dijo tomó siete semanas y la ayuda de su madre.

No faltaron en esta colección los adornos de plumas para el cabello y las diademas, las joyas, estolas y el cigarrillo con boquilla que prevalecieron en los años 20..

Por primera vez el modisto, que de botones de un hotel pasó por varias casas de moda hasta lanzar su propia marca en 2010, mostró elegante abrigos de invierno holgados, “oversize”, de piel sintética para acompañar los vestidos.

“No son piel natural, no los uso, somos una compañía defensora de los animales y el ambiente”, indicó Peñaranda, que se decantó por el dorado, el negro y blanco hueso para vestir a la mujer para la próxima temporada otoño/invierno.

La revolucionaria moda de los años 20, una época de prosperidad económica en EE.UU. luego de la I Guerra Mundial, se caracterizó por el uso de estolas, flecos, plumas, lentejuelas, brillos, y accesorios como diademas, broches o collares de perlas.

Fue una época en que los vestidos y faldas subieron para mostrar las piernas y bailar cómodamente el Charlestone y el jazz, de cabello corto a la nuca o “bob cut”, una era en que las mujeres conducían, fumaban, bebían, un tipo de vida no convencional para esos años, según destacan varios sitios de moda.

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