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INL dice cooperación y no el garrote mueve política antidrogas en la región

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EFE

La comunicación y la cooperación con América Latina, y no el “garrote”, centra la lucha contra el narcotráfico en la región, aseguró hoy a Efe James Walsh, subsecretario interino de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de EEUU.

Sin ahondar en las recientes amenazas del presidente Donald Trump de “recortar ayuda” a los países donde se producen o trafican drogas, Walsh enfatizó que la idea es trabajar juntos en los problemas que aquejan a ambos.

“Lo que es diferente en la diplomacia con esta nueva Administración del presidente Trump es que estamos siendo muy abiertos y honestos, sabemos que estos son temas que preocupan a Estados Unidos. Queremos tener una conversación”, matizó.

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“No creo que signifique que estamos entrando con un gran garrote, con la Doctrina Monroe (que atribuía derechos unilaterales a EE.UU. sobre América Latina)”, agregó el funcionario.

“Creo que el mensaje debería ser que son países soberanos con los que queremos asociarnos para trabajar con ellos, sus Gobiernos, sobre estos temas que nos afectan a todos. Yo, en particular, en el tema de drogas”, indicó.

El jefe de la INL, una agencia adscrita al Departamento de Estado, resaltó en ese sentido la gira que realizó esta semana el secretario de esa cartera, Rex Tillerson, por Latinoamérica y que incluyó Perú, Colombia y México, naciones de alta incidencia en la producción y tráfico de drogas.

Su gira, dijo, es una muestra de cómo Estados Unidos “valora la asociación y relación con nuestros colegas en este hemisferio”, pero también lleva un mensaje de que se debe “abordar el narcotráfico que está causando mucho daño a los ciudadanos”.

Al admitir que la política de EE.UU. tiene en cuenta el “suministro y también la demanda”, señaló que no se debe subestimar que Tillerson haya reconocido públicamente “que el mercado comienza con Estados Unidos”.

“No creo que las personas se den cuenta y aprecien la importancia” de ese reconocimiento, precisó.

Por otro lado, en cuanto a la amenaza hecha en septiembre pasado por el presidente Trump sobre la “opción” de “descertificar” a Colombia si no bajaba “significativamente” la producción de coca, señaló que es “claramente una decisión del presidente”.

“Pero el año pasado no se descertificó, así que me quedaré con lo que fue su política el año pasado”, aseguró sobre esta especie de castigo moral que pondría a Colombia al mismo nivel que Venezuela y Bolivia.

Recordó además que concluyeron en esa ocasión que Colombia “estaba haciendo todo lo posible para abordar el tema de la producción de coca”.

En cuanto a Venezuela, el funcionario se mostró preocupado por la desestabilización y las amenazas a la democracia, así como al riesgo de que la droga domine al país.

“Nuestro miedo es que esto realmente se está convirtiendo en un narco-estado”, aseveró.

Por otro lado, al referirse al muro que Trump quiere construir en la frontera con México, explicó que “cualquier tipo de gestión fronteriza para mejorar la frontera va a ayudar”.

Sin embargo, dijo se sería “injusto” que alguien concluya que un “único esfuerzo va a ser la panacea para detener las drogas”.

El experto además indicó que hay también un componente de salud pública para tratar la adicción en la política estadounidense, pero enfatizó que la demanda no ocurre sólo en Estados Unidos, sino que hay “alarmantes aumentos en Colombia, Guatemala y México”.

“A medida que se trafican estas drogas, los traficantes se están deteniendo y vendiendo parte de ella en las calles”, dijo.

Walsh y otros altos funcionarios del Gobierno analizarán este jueves en Miami la epidemia de opiáceos en EE.UU. durante la Cumbre de Opioides, que contará con la presencia del fiscal general estadounidense, Jeff Sessions.

Se trata de “la crisis de drogas más letal en nuestra historia”, dijo hoy el fiscal en Florida, al recordar que 64.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas en 2016.

El subsecretario interino del INL señaló sobre la crisis de opiáceos que la mayor preocupación ahora es que “el fentanilo se está mezclando con la heroína, y también con cocaína, y que además se presenta en forma de píldora”.

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