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Crecen dudas sobre detención de joven mexicano con su ingreso a psiquiátrico

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EFE

El ingreso a un hospital psiquiátrico del joven mexicano Marco Antonio Sánchez Flores aumentó las dudas sobre lo ocurrido desde su detención por policías el 23 de enero hasta su localización el domingo totalmente desorientado en calles del Estado de México.

“Está muy golpeado, no nos conoce”, aseguró a Efe su primo Raúl Martínez Sánchez sobre la condición de salud en la que Marco Antonio fue trasladado hoy al hospital infantil psiquiátrico Juan Navarro de Ciudad de México. “Estamos esperando informes”, apuntó.

Sánchez, de 17 años y estudiante de bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fotografiaba un mural en las calles el pasado 23 de enero, cuando fue detenido por policías que presuntamente lo dejaron libre ese mismo día.

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Marco Antonio estuvo en paradero desconocido hasta el domingo, cuando fue hallado golpeado y desorientado en las calles del municipio Melchor Ocampo, en el central Estado de México, para ser entregado a sus padres, que denunciaron su desaparición desde el primer momento.

Su primo Raúl Martínez dijo que a la familia le resulta muy extraño que el joven estudiante fuese encontrado en este municipio del Estado de México. Se trata de un lugar que “no conocemos y nunca habíamos ido”, afirmó.

Además, aludió al desconcierto que sintieron los padres por la actuación de las autoridades al ser su primo menor de edad y por haberles negado la emisión de una alerta de búsqueda infantil cuando denunciaron su desaparición.

“Desde su desaparición nos sacó de onda cómo lo trataron, estaban cometiendo un delito porque al ser menor de edad tenían que avisar a los padres de su detención”, relató Martínez al confirmar que se les negó la alerta Ámber, un aviso cuando desaparece un menor de edad.

Explicó que la condición en la que su primo fue llevado al hospital psiquiátrico hace a los padres temer sobre las posibles secuelas de por vida que le queden a Marco Antonio por esta situación.

Expresó su extrañeza de que su primo no reconozca a nadie de la familia porque siempre ha sido un joven muy sano y deportista, que gusta de practicar deportes como el taekwondo, el fútbol y la natación.

“Es muy deportista, es cinta negra en taekwondo”, recordó Martínez, y también le gusta tomar fotografías, una actividad que realizaba en el momento en que fue detenido.

Los policías involucrados en su detención y presunta desaparición se encuentran actualmente bajo una investigación interna por parte de la Secretaría de Seguridad Pública de Ciudad de México, confirmaron las autoridades.

El jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, aseguró que el joven fue enviado al hospital para que se le haga una valoración psicológica y después rinda su declaración y relate qué fue lo que ocurrió.

La declaración de Marco Antonio “nos interesa muchísimo”, es “fundamental, solo que en este momento no ha estado en condiciones”, apuntó.

Mancera rechazó que el caso pueda ser considerado una desaparición forzada. Esto significa “ocultamiento, retención” y “no una persona que deambula libre, como lo observamos en las cámaras”, indicó.

Jorge Ruiz Reyes, del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, consideró preocupante la posición al respecto del gobierno capitalino.

Explicó que en los casos de desaparición forzada se deben dar dos elementos: la privación ilegal de la libertad y la negativa de reconocerla o proporcionar información, ambos presentes en esta ocasión.

En la preparatoria número 8 de la UNAM, donde Marco Antonio cursa el segundo de los tres años obligatorios, los estudiantes convocaron a un paro de actividades de 24 horas para apoyar a su compañero y exigir a las autoridades el fin de la violencia contra los jóvenes en la capital mexicana.

La detención del estudiante generó una gran conmoción en el país y acaparó la atención de organizaciones defensoras de derechos humanos, que pidieron a las autoridades investigar el caso y no descartar la línea que implica a los policías.

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