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Olade destaca “sólida” incorporación de energías renovables en Latinoamérica

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La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) destacó la “sólida” incorporación de energías renovables en la matriz de generación eléctrica de la región, donde países como Uruguay, Argentina, Chile, Costa Rica, Brasil y México presentan avances importantes.

El secretario ejecutivo de Olade, Alfonso Blanco, comentó en entrevista con Efe que la región tiene “una historia en materia de energía renovables muy fuerte” con una participación del 25 % a nivel de la matriz energética, mientras que en el resto del mundo ese valor es del 10 %.

“Nuestra región es esencialmente renovable”, subrayó al señalar que las energías renovables no convencionales, como la eólica y la solar, se están incorporando de forma gradual en la matriz energética.

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Anotó también que la participación de la hidroelectricidad y de la biomasa en la matriz energética en la región “es histórica”.

“En la generación eléctrica, la hidroelectricidad tiene una participación muy por encima de lo que es la media en el resto de las regiones. Nuestra historia de renovabilidad data de mucho antes de lo que ha sido el proceso de transición energética en el resto del mundo”, aseguró.

El experto detectó también “un ritmo de crecimiento muy fuerte” en la incorporación de energías renovables no convencionales y comentó que, por ejemplo, Uruguay cerró 2017 con un 96 % de participación de energías renovables en la generación eléctrica.

“Uruguay está a la cabeza a nivel global en la generación de electricidad a partir de fuentes renovables con una mezcla de generación que incorpora hidroelecticidad, energía eólica de gran porte, energía solar y generación a partir de biomasa”, indicó.

Blanco, un ingeniero industrial uruguayo con estudios en economía, que asumió la secretaria ejecutiva de Olade el 23 de enero de 2017 hasta ese mes de 2020, fue parte del equipo responsable de la transformación del sector de energía en su país.

Y con esa base, comentó que en 2005, el 50 % de la generación en Uruguay era hidroeléctrica y el restante, térmico a partir de combustibles fósiles. “En menos de diez años llegamos a que la matriz de generación eléctrica sea cien por ciento renovable”, dijo.

Entre los países que van por un sendero similar mencionó a Costa Rica, que tiene un “elevadísimo” porcentaje de participación de energía renovable, y Chile donde destacó la incorporación de energía solar, entre otros.

Asimismo, Brasil que incorpora energía eólica a un ritmo “muy fuerte”, México, que pretende tener un nivel de participación al 2020 “muy ambicioso” de energía renovables no convencionales dentro de su matriz de generación, que ahora “está muy fuertemente centrada en combustibles fósiles”.

Argentina está incorporando energía fundamentalmente eólica a un ritmo “importante”, mientras que también ve avances en Ecuador, El Salvador, Guatemala y Panamá, entre otros.

No obstante, hay países en el cono sur y en el Caribe que presentan una debilidad institucional fuerte, así como problemas de acceso a instrumentos para la estructuración financiera de proyectos, que requieren no únicamente la inversión pública.

Sin embargo, para el experto, la incorporación de fuentes renovables a la matriz energética es una tendencia que se va a ir solidificando a lo largo del tiempo, por lo que considera que los países que aún no están en el cambio, se incorporarán gradualmente.

“Eso no quiere decir que exista un desplazamiento total de las fuentes fósiles y de otras fuentes de energía porque hay una disponibilidad de recursos naturales muy importantes en nuestra región y cada país tiene que generar su modelo de desarrollo que incorpore el aprovechamiento de sus recursos naturales”, reflexionó.

“La región viene moviéndose a un ritmo sólido en el camino de la incorporación de la energía renovables no convencionales en la matriz de generación eléctrica”, aseguró al indicar que lo importante es que esas energías están entrando en la matriz energética por mecanismos de mercado.

Y se mostró satisfecho porque los países en la región no están estableciendo mecanismos artificiales para subsidiar el ingreso de las energías renovables.

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