Candidato del PRI propone combatir las desigualdades para prevenir violencia
El aspirante presidencial del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, propuso hoy combatir las desigualdades para prevenir la violencia en México, país que cerró 2017 con 25.339 homicidios dolosos, la peor cifra desde que se tienen registros.
Meade, quien hasta noviembre pasado era secretario de Hacienda del Gobierno de Enrique Peña Nieto, presentó en el norteño estado de Durango su plan de cinco puntos generales para combatir la delincuencia organizada y fortalecer la seguridad.
Entre sus propuestas, el candidato planteó combatir las desigualdades sociales y económicas de México para prevenir con efectividad los factores que desencadenan la delincuencia.
“La política social, la política de inclusión, la certeza de que en México tendremos salud, seguridad, vivienda, alimentación, todo ello nos ayuda a evitar generar espacios propicios para la delincuencia”, propuso.
Asimismo, propuso homologar las leyes y las instituciones a nivel estatal y federal para que los delitos sean investigados y castigados bajo un mismo criterio.
También la creación de un sistema integral que permita identificar a los criminales, sus bienes y sus movimientos financieros.
“Si no tenemos una buena base de datos que nos permita conjugar la identidad de la persona y de los elementos con los que delinque, nos vamos a quedar cortos”, dijo.
Añadió la necesidad de fortalecer los cuerpos policiales mexicanos para que haya agentes mejor entrenados, protegidos y remunerados.
“Esos son elementos que nos van a ayudar, si además castigamos los crímenes de la misma forma, a construir un entorno que nos permita ser mucho más efectivos”, sostuvo Meade.
Ante las dramáticas cifras de violencia, todos los partidos mexicanos han situado la seguridad como uno de los principales temas de la campaña para las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales que se celebrarán el 1 de julio.
La semana pasada, el PRI criticó duramente la inseguridad de la capital mexicana, gobernada por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), y propuso instalar un millón de videocámaras en las calles de Ciudad de México para combatir la delincuencia.
Desde el Gobierno federal, el PRI ha promovido la polémica Ley de Seguridad Interior, que formaliza el papel de las Fuerzas Armadas en el ámbito de la seguridad pública, criticada por la oposición y por organizaciones nacionales e internacionales de los derechos humanos.
