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Rosselló pide a boricuas que hagan valer su peso en las elecciones en EEUU

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El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, instó hoy a los boricuas asentados en Florida a estar unidos y hacer valer su peso electoral en Estados Unidos para ayudarse a sí mismos y a la isla en un momento crítico para la recuperación de la destrucción causada por el huracán María.

Durante una abarrotada asamblea comunitaria celebrada en el centro cívico de Kissimmee, una localidad de la periferia de Orlando (centro de Florida), Rosselló instó a la importante comunidad boricua que allí reside a “organizarse bien” y dejar de lado sus diferencias, como, según dijo, supieron hacer los cubanos llegados a Estados Unidos después de la revolución de 1959.

A la asamblea asistió el gobernador de Florida, Rick Scott, quien ha visitado varias veces la isla desde el devastador huracán María y ayudado al asentamiento de boricuas en el estado, quien anunció una inversión de un millón de dólares para ayudar a las familias desplazadas a encontrar empleo y otras medidas en el mismo sentido.

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Rosselló indicó que el huracán María que devastó Puerto Rico en septiembre pasado ha contribuido a que en Estados Unidos haya más “simpatía y empatía” con los puertorriqueños que nunca antes y a que se den cuenta de que “somos ciudadanos estadounidenses”.

“En Puerto Rico tenemos, desafortunadamente, una ciudadanía de segunda clase. Aquellos de nosotros que vivimos en la isla, no tenemos poder político. Pero aquellos puertorriqueños que viven aquí en Florida sí lo tienen”, expresó.

Según Rosselló, en Estados Unidos viven 5,6 millones de puertorriqueños, un millón en Florida, que “tienen el poder político, tienen la capacidad de crear cambio y la oportunidad de hacer las cosas bien, no solo para la isla, sino hacer las cosas bien para ustedes también”.

Por ese motivo, instó a sus compatriotas a demostrar que están unidos y dispuestos a participar en política, como manera de lograr “respuestas” a sus problemas.

“A no ser que demostremos que tenemos la capacidad de organizarnos, registrarnos (como electores) e influir en las elecciones esas respuestas no se van a dar”, dijo Rosselló.

A su juicio, hay que mostrar las “consecuencias” que puede tener para los políticos el no ayudar a los puertorriqueños.

Según dijo, ese mismo mensaje lo va a difundir por otros estados de cara a los comicios legislativos de noviembre.

Durante la asamblea Rosselló conoció por boca de los asistentes los problemas que enfrentan los miles de boricuas que se han asentado en este estado.

Hubo personas que hablaron del peligro de quedarse en la calle porque la ayuda para alojarse en hoteles se les acabó y de no tener para comer porque los vales del gobierno dejaron de llegar y otras que catalogaron la situación de “crisis humanitaria”.

Un hombre dijo que es verdad que hay trabajo en Florida para los puertorriqueños, pero les “pagan muy poco”.

Una mujer que gritó desde los asientos del público que están dejando “morir a los viejos” y la gente tiene “hambre” fue abucheada y llevada a un lado de la sala, mientras el alcalde de Kissimmee, José Álvarez, recordaba desde el estrado que esto es Estados Unidos y hay “libertad de expresión”.

Ante una pregunta de una persona sobre si podría adoptarse un sistema alternativo a los hoteles para ayudar a pagar alquileres, Rosselló respondió que debían comprender que en primer lugar debe resolver el problema de vivienda de los puertorriqueños que siguen en la isla, donde todavía hay personas sin hogar y sin servicios básicos.

Rosselló agradeció a todos los boricuas en Florida que ayudaron a la isla en los primeros momentos después del huracán y les dijo que “sin esa ayuda la recuperación hubiera sido imposible”.

Aunque, según dijo, todavía la isla sigue viviendo un “momento crítico”, Rosselló se mostró convencido de que “Puerto Rico se levanta y se levanta más fuerte”.

Según datos de la gobernación de Florida, desde el 3 de octubre de 2017 más de 318.000 personas han llegado a Florida desde Puerto Rico por los aeropuertos internacionales de Miami y Orlando y el puerto de cruceros Everglades, en Fort Lauderdale.

La inversión de un millón de dólares anunciada por Scott se dirigirá a 12 juntas de desarrollo de empleo en Florida para que puedan conectar a más puertorriqueños con “grandes puestos de trabajo”, señala un comunicado de la gobernación.

Hasta ahora la red CareerSource del estado ha ayudado a más de 7.600 boricuas a buscar empleo, según el comunicado.

Scott indicó también que, a petición suya, FEMA, la agencia federal de gestión de emergencias, empezará a atender caso por caso a los desplazados boricuas con vistas a determinar sus necesidades.

Además, el Departamento de Oportunidades Económicas de Florida envió hoy cartas a funcionarios de organismos locales de vivienda y a líderes comunitarios para que identifiquen recursos locales, estatales y federales y haya más coordinación en dar respuesta a las necesidades de vivienda de los desplazados.

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