Anuncio

Trasladan aldea de desamparados al norte del centro de Denver

Share

Decenas de familias desamparadas de Denver tuvieron que trasladar hoy sus once pequeñas casas a pocos metros al norte del centro de la ciudad tras la prohibición legal de permanecer de forma definitiva en donde estaban.

La mudanza de la aldea “Comunidad Querida”, con un costo estimado de 25.000 dólares, se hizo gracias a voluntarios, donaciones particulares y a la constructora Whiting and Turner, que absorbió gran parte de los gastos.

“Mudarse de una casa a otra siempre requiere mucho trabajo. Pero mudar la casa entera y hacerlo cuando uno es desamparado requiere aún muchísimo más trabajo”, explicó a Efe el voluntario Cole Chandler, del grupo comunitario Colorado Village Collaborative.

Anuncio

“Llevó cinco días preparar las casas y seis horas completar la mudanza de los edificios. Y llevará otros cinco días terminar con el trabajo”, indicó.

“Tenemos que reconstruir las escaleras de entrada a las casas, colocar los paneles de madera en el exterior, retirar los adornos de plástico de la cerca en el terreno que antes se usaba, poner una nueva cerca en el nuevo terreno, y reinstalar el arte plástico en la nueva cerca”, precisó Chandler.

Aún así, Colorado Village Collaborative y Denver Homeless Out Loud, que ayuda a desamparados, señalaron que se trata de un avance al recordar que en diciembre de 2015 la policía de Denver desplazó a más de 100 desamparados que se habían congregado en el centro de la ciudad para pasar juntos las fiestas de fin de año.

Como resultado, grupos no lucrativos gestionaron la instalación de pequeñas casas, con permiso municipal, cerca del centro de Denver, para que los necesitados estuviesen a una distancia accesible de los servicios y ayuda que requiriesen.

Tras varios intentos fallidos, la llamada aldea “Comunidad Querida” se estableció a mediados de 2017 cerca de la estación de tren Avenida 38/Blake, en un lugar mayormente industrial y alejado de viviendas familiares.

Pero la condición fue que la aldea debe mudarse a otro lugar cada seis meses.

“Ya hemos comenzado a planear la mudanza en julio. Muchas de estas personas antes vivían en la calle, cubiertas de mantas o lonas. Ahora se mantienen secos y sin frío. Y se cuidan unos a otros”, declaró Chandler.

“Eso es lo bueno. Lo malo es que las ordenanzas municipales de construcción en Denver se han convertido en ordenanzas de opresión para muchos ciudadanos”, concluyó.

Anuncio