La Ciudad de México inicia 2018 con verificación vehicular suspendida
La Ciudad de México, con 5,4 millones de automóviles en circulación, suspenderá su programa de verificación vehicular durante la primera mitad de 2018 para que los centros de control instalen nueva tecnología de medición de contaminantes.
Durante este periodo, se extenderá la vigencia del control presentado por los vehículos en el segundo semestre de 2017 para reanudar el programa el 1 de julio, explicó la Secretaría de Medio Ambiente de Ciudad de México (Sedema).
Los 5,4 millones de vehículos que circulan en la capital están considerados la mayor fuente de las 5.000 toneladas de contaminantes del aire que cada día se emiten en Ciudad de México, de acuerdo con el Sistema de Monitoreo Atmosférico.
La medida ha sido tomada porque durante los primeros seis meses de 2018 “concluirá la instalación y puesta en marcha” de los 55 nuevos centros de verificación en Ciudad de México, explicó la institución.
El programa de verificación vehicular comenzó en 1993 como parte del Programa Integral Contra la Contaminación Atmosférica en el Valle de México como un mecanismo de control de emisiones de los automóviles.
Además la Ciudad de México mantiene vigente el programa “Hoy no Circula” mediante el cual cada día se prohíbe la circulación de alrededor del 20 % del parque de vehículos.
De acuerdo a los informes de calidad del aire para la Ciudad de México de 1986 a 2016 ha disminuido la contaminación atmosférica pero las concentraciones aún superan los límites permisibles por las normas de calidad del aire.
En el programa de control vehicular participan también los estados de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, que con Ciudad de México han integrado la Comisión Ambiental Metropolitana (Came).
Según esta comisión, en 2017 se registraron 114 “días limpios”, seis con contingencia por ozono y el resto del año la calidad el aire fue de regular a mala en la zona.
A través de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA) que opera desde hace 21 años se ha mantenido un registro continuo y permanente de la concentración de los contaminantes del aire.
