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México avanza hacia el mercado de carbono, el primero de América Latina

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México dará comienzo en el segundo semestre de 2018 a la fase piloto del mercado de carbono, una iniciativa pionera en América Latina que ayudará a cumplir la meta de reducción del 22 % de gases invernadero para 2030.

El mercado de carbono “es la aplicación de una teoría económica a un problema ambiental, un mercado cuyo ‘commodity’ (materia prima) y permiso de derecho de emisión es artificial y creado por la autoridad, formando parte de los llamados mercados ambientales”, explicó a Efe el director general de México2 Plataforma Mexicana de Carbono, Eduardo Piquero.

Este mercado será el primero de su tipo en América Latina, y aunque se viene preparando desde más de un año en México, tomó mayor impulso este diciembre en la cumbre Un Planeta que se celebró en París.

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En el evento, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció que con Canadá, Colombia, Chile, México y Costa Rica, junto a los gobiernos locales de California, Washington, Ontario y Quebec, buscarían con la Declaración sobre Precio al Carbono en las Américas promover los mercados de carbono intrarregionales y estandarizar sus sistemas de precios.

En México, dicho anuncio vino acompañado de una reforma a la Ley General de Cambio Climático que, entre otros puntos, indicaba que el Ejecutivo tiene diez meses para establecer las bases de dicho programa de carbono.

El mercado de carbono da o vende permisos de emisión de gases efecto invernadero a sus empresas participantes, que pueden comercializarlos entre sí.

“Los participantes se decidirán el próximo año, así como las reglas de comercialización de los derechos de emisión. Son parte de las reglas del mercado” que la autoridad tendrá que definir, agregó Piquero.

A partir de la experiencia existente en mercados internacionales, se espera que los participantes pertenezcan a los sectores de energía eléctrica, petróleo, gas, acero y papel, que son las “grandes industrias emisoras de gases de efecto invernadero”.

Hoy día, explicó Piquero, en México las principales contaminantes son las empresas públicas Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), aunque se espera que con la apertura del sector energético a las firmas privadas tras la reforma de 2014 esta situación cambie paulatinamente, y se distribuyan porcentajes.

Hasta el momento se desconoce el tope, el máximo de emisiones que se van a permitir y establecerá la autoridad.

Los precios de este particular ‘commodity’ fluctuarán en base al mercado, y la unidad de medida será la de tonelada equivalente de dióxido de carbono (co2).

“Lo importante no es tener un precio alto o bajo, sino tener un precio líquido sobre el cual puedas tener decisión de hacer un proyecto nuevo, comprar o vender”, agregó el experto.

Según relató Piquero, este tipo de mercado ha sido “extremadamente efectivo” en la Unión Europea, donde se aplica desde hace 12 años con una reducción de emisiones “muy considerable”.

Se acerca el momento de las naciones emergentes, con China y México a la vanguardia, pues ambas arrancarán su propio programa el año entrante.

“Cada vez son más las economías que están aplicando este tipo de herramientas. Es la manera más efectiva de reducir y hacerlo a menor costo, porque la alternativa es poner un impuesto, y este tiene que ser muy alto para que se reduzcan” las emisiones, indicó.

Para el coordinador del ejercicio de mercado de carbono en México entre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y México2, Luis Fernando Gutiérrez, este instrumento ayudará a cumplir con la meta de México - en el marco del Acuerdo de París - de reducir el 22 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.

Gutiérrez recordó que la fase definitiva del mercado de carbono entrará previsiblemente en vigor en 2021.

Adicionalmente, se va a actualizar el Registro Nacional de Emisiones (Rene), para “poder llevar un buen registro de la emisión y verificación” de las mismas.

Por ello es muy importante esta fase previa en la que está trabajando la Semarnat junto con México2, y en la que participan 100 empresas que en conjunto generan el 60 % de las emisiones nacionales.

“Nuestro rol es crear capacidad en el sector privado para hacer frente a esta obligación” y generar con la autoridad una “discusión informada”, explicó Piquero al hablar de las tareas de México2, empresa perteneciente al Grupo Bolsa Mexicana de Valores nacida en 2014.

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