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Rosselló advierte de las consecuencias de reforma fiscal en EEUU para P.Rico

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El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, advirtió hoy de las negativas consecuencias que tendrá la reforma fiscal impulsada por el presidente de EEUU, Donald Trump, a la espera de la aprobación final en el Senado, para la economía de la isla caribeña.

Rosselló aprovechó una conferencia de prensa con funcionarios federales que viajaron a Puerto Rico para seguir el estado de la recuperación de la isla tras el huracán María para asegurar que la reforma fiscal estadounidense afectará significativamente a este Estado Libre Asociado a EEUU.

El jefe del Ejecutivo insistió en que la reforma de Trump tendrá un fuerte impacto en las compañías estadounidenses dedicadas a la manufactura instaladas en la isla caribeña.

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Rosselló dijo que, exactamente, se puede ver afectada cerca de un 25 % de la fuerza laboral de Puerto Rico y un 35 % del total de los impuestos recaudados actualmente por la Hacienda de la isla caribeña.

“Todo el mundo sabe que necesitamos ayuda”, sostuvo, después de recordar que el asunto de la reforma fiscal que está a punto de firmarse se suma a la devastación provocada por el huracán María que dejó pérdidas por valor de 94.000 millones de dólares, según las estimaciones oficiales del Ejecutivo de San Juan.

Rosselló subrayó además que si el texto se aprueba sin tener especificaciones que atiendan la situación de Puerto Rico es porque el Estado Libre Asociado no cuenta con representación con voto en el Congreso de EEUU en Washington para defender sus intereses.

“Puerto Rico es parte de Estados Unidos”, dijo el gobernador, tras resaltar que lo único que se pide es que la isla caribeña sea tratada en igualdad con el resto del territorio estadounidense, lo que ahora no es posible por su condición de Estado Libre Asociado.

Apoyada en la Cámara Baja de EEUU con 227 votos a favor, todos republicanos, y 203 en contra (los demócratas y 12 votos conservadores), la reforma fiscal es un proyecto polémico porque no es habitual que el Congreso aprueba leyes de tanto peso sin un acuerdo bipartidista.

El texto está dirigido a recortar impuestos a las grandes rentas y las empresas, reduciendo de forma significativa los aportes al fisco para las compañías de un 35 % a un 21 %, mientras que genera siete horquillas de pago fiscal para los individuos.

Al no conseguirse finalmente ninguna ventaja para Puerto Rico, a la isla le aplicará el mismo impuesto que a cualquier jurisdicción foránea, lo que en Puerto Rico se entiende que provocará que las empresas manufactureras EEUU, ante una carga fiscal que perjudicará sus resultados, optarán por abandonar el Estado Libre Asociado.

Las empresas manufactureras presentes en la isla recibirán una tributación del 12,5 % sobre los ingresos que se le atribuyen a bienes intangibles como marcas y patentes generados en el exterior, que disponía le versión del Senado federal y que prevaleció sobre el impuesto del 20 % en las compras de inventario y servicios por compañías relacionadas en EEUU que disponía el proyecto de la Cámara federal.

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