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Chávez y Maduro, personajes en libro sobre la cara B de concursos de belleza

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Hugo Chávez y Nicolás Maduro son los dos únicos personajes que aparecen con su nombre verdadero en “Las muñecas de la corona”, una novela sobre las redes de prostitución alrededor de los concursos de belleza en Venezuela que lleva la firma de la periodista venezolana Ibéyise Pacheco.

Exiliada en Estados Unidos desde hace tres años, “La Pacheco”, como la conocían en su país por sus programas de televisión y radio, ha mezclado la ficción con la realidad en su primera novela, que lleva como subtítulo “los crímenes y perversiones del chavismo en el poder” y será presentada este jueves en una librería de Miami.

En una entrevista con Efe, Pacheco explica que ha usado las técnicas del periodismo de investigación, en el que destacó en Venezuela por sus reportajes sobre la corrupción militar, para contar la podredumbre que esconde el “glamour” del principal concurso de belleza en Venezuela.

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La periodista usó información de primera mano, personajes reales con nombre cambiado y personajes ficticios, así como un argumento propio de un “thriller”, para su debut como novelista.

“Fui respetuosa con la distancia”, pero también pesaron la “protección y la seguridad”, dice Pacheco sobre el hecho de haber llamado por su nombre solo al fallecido presidente Chávez y a su sucesor en el Palacio de Miraflores, Maduro.

Pacheco enfrentó en Venezuela una veintena de procesos judiciales a raíz de sus investigaciones sobre la corrupción y fue condenada en 2006 a nueve meses de cárcel, en arresto domiciliario, por difamación a un coronel.

Desde Miami cuenta que resistió, pero un día no pudo más y se marchó a Estados Unidos. Estando ya aquí le abrieron un nuevo proceso por conspiración, motivo por el que no puede volver a Venezuela.

La periodista tuvo un gran éxito con “Sangre en el diván”, un libro sobre el caso del ya fallecido psiquiatra Edmundo Chirinos, que fue candidato presidencial en 1998 y en 2010 fue juzgado y condenado a 20 años de cárcel por la violación y asesinato de una paciente suya de 19 años.

Durante la investigación se encontraron pruebas de que Chirino, de quien se decía que era el psiquiatra de Chávez, presuntamente había sedado y violado a muchas otras pacientes, recuerda Pacheco.

Chávez, al que define como un “perverso”, tiene una amante en el libro, Rita Blanco, que ha sido reina en un concurso de belleza, el sueño de muchos hombres en un país que se enorgullece de tener las mujeres más bellas y donde los concursos de Señorita Venezuela equivalen a las finales de los campeonatos de fútbol.

El concurso, según Pacheco, es una plataforma para que las concursantes que quieran aprovechar la oportunidad -”no todas se prestan”, dice- puedan obtener beneficios económicos con su cuerpo merced al trabajo de un “proxeneta” que se las facilita a personas del poder “para sus fechorías”.

También llevan y traen cosas por encargo y reclutan a otras mujeres, señala Pacheco, que autopublicó su libro en Amazon.

Pero, finalmente el “delito madre” de todo este entramado es la corrupción, pues es el “Estado el que paga” en dinero, en viajes de placer en aviones de la compañía petrolera PDVSA y de otras muchas maneras, dice la periodista.

La sociedad es en cierto modo cómplice. “Tengo la impresión de que no se detiene en la valoración moral” de los concursos, agrega.

Obtener un título da más valor a una mujer. La ganadora se convierte en un “Lamborghini” a ojos de los “cazadores de niñas”, señala Pacheco, quien entrevistó a varias “misses” para esta novela.

“Ninguna negó que exista la red, pero todas niegan que ellas personalmente se hayan prestado a formar parte”, subraya.

Aunque este tipo de actividades alrededor del concurso Señorita Venezuela no las inventó el chavismo, reconoce Pacheco, desde la llegada de Chávez al poder en 1999 se “aceleró el deterioro y el descaro”.

La periodista, que dejó “muchas cosas pendientes” en el terreno de la investigación cuando se fue de su país, piensa seguir avanzando como novelista.

De esta forma, sale de su “zona de confort”, dice la otrora protagonista del programa “De frente con la Pacheco”.

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