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777 International Mall: ni maletas ni electrónica, solo arte de Puerto Rico

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El paso devastador del huracán María por Puerto Rico se siente, incluso físicamente, en el viejo 777 International Mall del centro de Miami, donde las tiendas de maletas y electrónica se han transformado en talleres para artistas.

Grabados hechos con resina de árboles del Jardín Botánico de San Juan que sobrevivieron al embate de María e instalaciones que se activan cuando una persona se acerca y suenan como el viento del tremendo ciclón demuestran que a los artistas presentes en el viejo centro comercial les “tocó” el desastre que asoló la isla caribeña.

Todos son puertorriqueños o tienen raíces puertorriqueñas y algunos incluso estaban en su isla cuando María se presentó el 19 de septiembre pasado con vientos de 250 kilómetros por hora.

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Es el caso de Elizabeth Robles, una de las participantes en el programa de residencia en Miami para artistas boricuas Focus Puerto Rico, quien guarda en el 777 una larguísima aguatinta hecha en un rollo de papel de cocina, el único material que tenía a mano cuando ocurrió el desastre del que todavía la isla no se ha recuperado.

Focus Puerto Rico es una iniciativa de Mana Contemporary, la organización cultural de Moishe Mana, un israelí que emigró a EE.UU. en los años 80 y a partir de un negocio de mudanzas construyó un consorcio empresarial, junto a Clocktower Productions de Nueva York y la feria internacional de arte MECA de San Juan.

La catalana Ysabel Pinyol, directora curatorial de Mana Contemporary, explica a Efe que María no solo complicó la logística y dejó en tierra a dos de los artistas y colectivos seleccionados para el programa, lo que redujo su número a nueve, sino que en muchos casos influyó en las obras que han creado en Miami.

Todas esas obras serán mostradas al público en los locales donde antes se vendían maletas, aparatos electrónicos, ropa y bisutería durante la Semana del Arte, del lunes próximo en adelante.

El viejo centro comercial 777 es uno de los 54 edificios que Mana ha comprado en el Downtown de Miami, una zona que está saliendo de una decadencia de varias décadas.

Mana no es un desarrollador inmobiliario sino un “desarrollador de contenidos” al que le interesa “crear comunidades”, asevera Pinyol.

En Miami tiene un “campus” con numerosas propiedades en Wynwood, la zona más bohemia, pero sus proyectos más maduros son una zona industrial en desuso en Jersey City donde tienen talleres 400 artistas y otro en Pilsen, Chicago, donde hay 200 talleres.

En el centro del taller de Rafael Vargas Bernard, en el 777, una escultura hecha con escombros y dotada de sensores de luz y sonido que se activan con el movimiento evoca las toneladas de madera, vigas y otros materiales esparcidas por la isla a causa de María.

El taller de Vargas, donde todas las obras remiten a María, está presidido por una bandera de Puerto Rico descolorida y desgarrada, pero explica que en este caso la culpa no fue del huracán.

En el local de Yiyo Tirado un cartel de neón con las palabras “Depresión tropical” y un falso artilugio electrónico para achicharrar insectos con forma de garita de La Fortaleza, el fuerte colonial de San Juan donde tiene sede el gobierno de la isla, y el nombre de “Colonnial trap” (trampa colonial) dan fe de su gusto por la ironía.

Las obras de Daniel Bejar, un puertorriqueño de Nueva York, son eminentemente políticas.

En una de las cristaleras de su “tienda” está escrito “It’s Time We Won” (Es hora de que ganemos) y adentro un cartel lenticular muestra la imagen de Isabel González, una puertorriqueña que llegó a Nueva York en 1902 y planteó una demanda judicial porque la declararon inmigrante “ilegal”, lo que a la larga llevó a que Puerto Rico fuera un estado libre asociado de EE.UU., según cuenta a Efe.

Bajo la fotografía aparece escrito “Let’s Make America Great Again”, un lema de Ronald Reagan que Donald Trump “se robó”, dice.

Andria Morales, otra neoyorquina o “nuyorrican”, se propone engañar a todos con un taller con apariencia de tienda en el que vende mochilas-altavoces y carritos de bebes con sonido. En la trastienda esconde una falsa imprenta de documentos falsos.

Poncili Creación, formado por dos artistas que son hermanos gemelos, usa muñecos y títeres y mucha gomaespuma para sus esculturas interactivas, mientras que el colectivo Matotumba juega en su taller con la música experimental, las artes visuales, el teatro y las “performances”.

Ulrik Lopez, al que no le tocó María sino los terremotos de México, está interesado en elementos arquitectónicos tradicionales del Caribe, como las estructuras con celosías hechas de ladrillo, porque crean una “visión fragmentada”.

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