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Empresario turco se presenta en juicio por evasión de sanciones contra Irán

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El empresario turco-iraní Reza Zarrab, acusado en EEUU de intentar violar sanciones contra Irán y que coopera ahora con las autoridades, se sentó hoy por primera vez en la silla de los testigos para explicar cómo se tramó ese presunto plan.

Zarrab, el principal testigo en el litigio, bajo custodia del FBI y quien fue arrestado en 2016, se presentó ante un tribunal en Nueva York vestido con un mono crema de prisión para testificar en el juicio contra Mehmet Hakan Atilla, vicepresidente del banco estatal turco HalkBank.

Atilla está acusado de conspirar junto con Zarrab, turco de origen iraní, y siete personas más, que no han sido arrestadas, para ayudar a firmas iraníes a procesar miles de millones de dólares en transacciones, lo que viola las sanciones de EEUU.

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El empresario, que se dedica al comercio de oro y que se declaró culpable de un cargo no hecho público, aunque los fiscales han dicho que admitió haber evadido las sanciones de EEUU a Irán y haber lavado dinero, explicó de las reuniones que sostuvo en 2011 y el 2012 con funcionarios turcos e iraníes del banco sobre esfuerzos secretos para transferir fondos iraníes.

La declaración de culpabilidad de Zarrab, que tiene vínculos con el presidente turco Recep Erdoga, permanece sellada por orden del juez que preside el caso, Richard Berman.

“Ellos me usaron como un intermediario”, aseguró al jurado Zarrab a través de un intérprete, de acuerdo con la cadena NBC, en el segundo día del juicio.

Zarrab, que pasó cerca del acusado rumbo a la silla de los testigos sin que intercambiaran miradas, aseguró además que un funcionario del gobierno turco, al que identificó como el entonces ministro de Economía, Mehmet Zafer Caglayan, intercedió para ayudarlo a abrir una cuenta en un banco, a cambio de obtener una participación de ganancias del “50-50”, señala además NBC.

Agrega que acto seguido la fiscalía mostró al jurado una hoja con una lista parcial de los sobornos, que de acuerdo con Zarrab, él pagó a Caglayan, que incluyen 31 millones en euros, cuatro millones de dólares y 2,4 millones en lira, moneda oficial de Turquía.

Caglayan es uno de los acusados en este caso y de acuerdo con la fiscalía federal en Nueva York, que presentó los cargos en su contra el pasado septiembre, el exministro recibió dinero en efectivo y joyas en sobornos como parte del esquema para evadir las sanciones contra Irán.

Zarrab, de 34 años, dijo hoy durante el juicio que decidió cooperar con las autoridades porque “es la manera más rápida de aceptar responsabilidades y salir de prisión inmediatamente”, luego de que fracasaran los intentos que gestionó por su cuenta para lograr su libertad.

En la apertura del juicio el martes el asistente del fiscal de EE.UU., David Denton, indicó que Atila “fue el arquitecto de la conspiración”, mientras que la defensa aseguró que mostrará que Zarrab es un “testigo cambiante” que utiliza a Atila como una “tarjeta de libertad para salir de prisión”, que está siendo “consentido” por la fiscalía que busca una convicción.

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