Anuncio

La Justicia de Texas rechaza suspender la ejecución del mexicano Rubén Ramírez Cárdenas

Share

La Justicia de Texas (EE.UU.) rechazó hoy la petición de nuevas pruebas de ADN de la defensa del mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, cuya ejecución está prevista para este miércoles en ese estado sureño.

La decisión la tomó el Tribunal de Apelaciones Criminales de Texas, la máxima instancia penal en el estado, que consideró que la petición de nuevas pruebas de ADN responde a una estrategia dilatoria de la defensa.

También consideró que nuevas pruebas de ADN, “incluso” en el caso de que “no fueran consistentes con el perfil de Ramírez Cárdenas”, no exculparían al mexicano de responsabilidad.

Anuncio

Este tribunal había suspendido varias ejecuciones en los últimos meses como consecuencia de recientes cambios legislativos en el estado sureño que favorecen, precisamente, la petición de nuevas pruebas de ADN.

La abogada de Ramírez Cárdenas, Maurie Levin, consideró en declaraciones a Efe que el tribunal texano se amparó en “tecnicismos legales” para tomar una decisión que, en su opinión, “viola las nociones más básicas de equidad y justicia”.

“Hay pruebas (de ADN) disponibles que podrían demostrar su inocencia”, insistió Levin.

Una vez agotadas las apelaciones en la Justicia de Texas, Levin presentó hoy recursos ante tribunales federales, que tendrán que fallar este miércoles si quieren evitar la ejecución del preso mexicano.

Uno de los recursos se presentó ante el Tribunal del Distrito Oeste de Texas y otro ante el Tribunal de Apelaciones del Quinto Distrito de Estados Unidos.

Originario del estado de Guanajuato, Ramírez Cárdenas, de 47 años, fue condenado a muerte en 1998 por el secuestro, violación y asesinato de su prima Mayra Laguna -de 16 años- el 22 de febrero de 1997 en McAllen, ciudad del sur de Texas fronteriza con la mexicana Reynosa.

Un jurado consideró probado que entre él y su cómplice, Tony Castillo, entraron a la casa de la víctima por la ventana de su habitación, se la llevaron, la violaron, la estrangularon hasta que murió y abandonaron el cuerpo en un canal de la localidad de Edinburg, vecina a McAllen.

Ramírez Cárdenas confesó el crimen a las autoridades y, entre él y Castillo, condujeron a los investigadores hasta el cuerpo de Laguna, pero su abogada defiende que esa confesión se obtuvo bajo “coacción”.

Su ejecución con una inyección letal está prevista para este miércoles a las 18.00 hora local (00.00 del jueves GMT) en la prisión estatal de Huntsville (Texas).

Precisamente hoy, expertos independientes en Derechos Humanos de Naciones Unidas pidieron al Gobierno de Estados Unidos que suspenda la ejecución “por temor de que no recibió un juicio justo”.

También hoy, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió al Gobierno estadounidense “una reparación efectiva” para Ramírez Cárdenas que “incluya la revisión de su juicio conforme a las garantías del debido proceso y de un juicio justo”.

El Gobierno de México, por su parte, ha dicho que luchará “hasta el último minuto” para que Texas conmute la pena capital contra Ramírez Cárdenas ya que considera que en su caso no se siguió “el debido proceso legal”.

Anuncio