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Tutora nicaragüense de 1.200 niños lamenta crisis familiar por el fin del TPS

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La activista nicaragüense Nora Sándigo lamentó hoy la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para sus compatriotas al señalar que deja en el limbo a unos 25.000 inmigrantes de ese país, muchos de ellos niños nacidos en el país.

Sándigo, tutora legal de 1.294 menores estadounidenses hijos de indocumentados, calificó de “balde de agua fría” para las familias nicaragüenses la decisión de este lunes del Gobierno del presidente Donald Trump de acabar con el TPS para más de 5.300 beneficiados inmigrantes de Nicaragua, lo que afectará a sus familias.

“Es terrible para la comunidad, especialmente de Florida, donde está la mayoría de los beneficiarios de TPS, estoy frustrada, triste. Nos han dado mucho palo”, manifestó a Efe Sándigo, fundadora y presidenta del grupo pro-inmigrante American Fraternity.

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La activista dijo que la medida pone a la comunidad nicaragüense en una carrera contra el reloj para buscar alternativas legales para quedarse antes del 5 de enero de 2019, fecha establecida por el Gobierno para realizar una “transición ordenada” que les permita solicitar “un estatus alternativo” o para que “preparen su regreso y reintegración” a su país.

Aseguró que la medida va a causar “destrozos en los hogares”, porque se trata de familias completas establecidas hace más de veinte años, que tenían “cierta estabilidad”, trabajadoras, que participan en la economía, pagan impuestos, compran vivienda y con hijos nacidos en Estados Unidos.

Sándigo explicó que desde hoy mismo su organización trabajará junto con congresistas de Florida para que los nicaragüenses sean incluidos en proyectos de ley encaminados a legalizar otros grupos de indocumentados, como los jóvenes que llegaron al país siendo niños y que se les conoce como “soñadores”.

“Tenemos que buscar la manera de ver caso por caso, y que entren en cualquier grupo o legislación que se presente”, precisó.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aseguró este lunes, al tomar la determinación, que las condiciones que llevaron a conceder el TPS a Nicaragua en 1998 por el paso del huracán Mitch “ya no existen” y, por lo tanto, “debe darse por terminado” ese estatus migratorio especial.

La líder comunitaria pro-inmigrante indicó que la mayoría de los nicaragüenses con TPS están establecidos en el sur de Florida, y le siguen los estados de California y Texas.

La presidenta de American Fraternity, con sede en Miami, criticó que los nicaragüenses con TPS no han contado con el apoyo del Gobierno de su país como sí lo han tenido otras inmigrantes centroamericanos en riesgo de perder su estatus migratorio.

El Gobierno de Nicaragua no ha reclamado que se mantenga el TPS para sus connacionales, según destacó el Ejecutivo estadounidense.

El Gobierno federal anunció además este lunes que se tomará seis meses más para estudiar el futuro del TPS para cerca de 86.000 hondureños, que ahora expira el 5 de junio.

Pero antes deberá pronunciarse sobre el amparo a cerca de 59.000 haitianos, con fecha límite el 23 de noviembre, y 263.000 salvadoreños, a inicios de 2018.

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