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Presentan cargos a dos policías de Nueva York por secuestrar y violar a joven

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Dos detectives de Nueva York fueron acusados hoy de la presunta violación de una joven que estaba esposada bajo su custodia y a la que previamente habían detenido por posesión de drogas, informó la fiscalía del distrito de Brooklyn.

A los detectives Eddie Martins y Richard Hall se les presentaron un total de 50 cargos, entre ellos los de violación y secuestro de una joven de 18 años en un vehículo oficial de la policía, en un hecho ocurrido el pasado 15 de septiembre en el vecindario de Coney Island, en Brooklyn.

A Martin se le impuso una fianza de 250.000 dólares y a Hall de 150.000; no pudieron pagarlas, por lo que quedaron detenidos y deberán regresar a la corte el 18 de enero. De ser hallados culpables enfrentan una condena de hasta 25 años de cárcel, de acuerdo con un comunicado de la fiscalía.

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El día del incidente, Martins y Hall, de 37 y 32 años, respectivamente, y miembros de la división de narcóticos de la policía, realizaban un trabajo con otros agentes en Brooklyn cuando los abandonaron sin autorización para dirigirse a Coney Island.

Según la investigación, allí detuvieron un coche que conducía una joven de 18 años acompañada de dos hombres y que llevaba marihuana en el porta vasos del asiento delantero.

Los agentes ordenaron salir del coche a sus ocupantes y al ser cuestionados, la presunta víctima les indicó que tenía marihuana y dos píldoras de clonazepam, un fármaco antiepiléptico que también se utiliza para el trastorno de pánico.

Martins y Hall la esposaron, le informaron de que estaba bajo arresto y de que le darían una citación para comparecer ante las autoridades más adelante, y dijeron a sus acompañantes que se podían ir y que la recogieran tres horas más tarde en el cuartel.

Una vez en la camioneta, los agentes dijeron a la joven que llamara a sus amigos para que no les siguieran y de acuerdo con la fiscalía, se turnaron para violar a la joven en la parte posterior de la camioneta mientras estaba esposada.

Luego manejaron hasta el vecindario donde está el precinto donde trabajaban y pidieron nuevamente a la joven que llamara a sus amigos y les dijera que la habían dejado ir. Los detectives le entregaron sus píldoras, le advirtieron “que mantuviera su boca cerrada” y la dejaron en libertad.

La joven contó lo ocurrido a sus amigos y fue a un hospital donde le hicieron pruebas de agresión sexual, que dieron positivo con el ADN de los dos policías. Además, un vídeo captó a la joven saliendo de la camioneta de los policías.

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