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La OMS pide mayores avances políticos para acabar con la tuberculosis

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió hoy mayores avances políticos para acabar con la tuberculosis, que contrajeron 6,3 millones de personas en 2016 y sigue siendo la primera causa de muerte por enfermedad infecciosa, por encima del sida.

Según la OMS, los avances son insuficientes para erradicar la epidemia de tuberculosis en 2035, como se propusieron los 194 Estados miembro de la organización durante una reunión en mayo de 2014 en Ginebra, cuando aprobaron la conocida como “Estrategia Mundial para la Tuberculosis”.

Esa es la principal conclusión del informe anual sobre la tuberculosis que miembros de la OMS presentaron hoy en una rueda de prensa en Washington y que la organización comenzó a elaborar en 1997, cuando estableció su sistema de evaluación global sobre esta enfermedad infecciosa.

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“La principal solución es política, necesitamos incrementar las actividades de activismo, necesitamos acciones desde diferentes sectores y necesitamos atención que vaya más allá de los ministros de salud”, dijo hoy el director del Programa global de tuberculosis de la OMS, Mario Raviglione, en la capital.

Raviglione consideró que el debate vive un “momento político sin precedentes” ante el encuentro sobre tuberculosis que se celebrará en noviembre en Moscú entre ministros de Sanidad de diferentes países y ante la primera reunión de la ONU sobre tuberculosis, que se desarrollará en la segunda mitad de 2018.

“Tenemos un momento político sin precedentes ante nosotros, que esperamos que nos ayude a tomar decisiones para erradicar la tuberculosis, acabar con la discriminación asociada a esta enfermedad y con millones de muertes inútiles”, expresó Raviglione, que dirige el programa de la OMS contra la tuberculosis desde 2003.

Según el director, la “mejor noticia” del informe anual presentado hoy es que 53 millones de personas han conseguido curarse gracias a diferentes tratamientos desde el 2000.

En ese sentido, el informe muestra que la tasa de mortalidad (por 100.000 habitantes) descendió un 37 % entre los años 2000 y 2016 y, a nivel regional, la bajada más rápida se produjo en Europa y en la región Asia Pacífico, que desde 2010 han ido experimentando caídas del 6 y el 4,6 % al año, respectivamente.

En promedio, actualmente, la tasa de mortalidad por tuberculosis está experimentando un descenso aproximado del 3 % al año, mientras que los nuevos casos han retrocedido en un 2 % al año.

A pesar de los buenos resultados en el descenso de la tasa de mortalidad, en 2016 se registraron 6,3 millones de nuevos casos de tuberculosis, lo que supone un incremento con respecto a 2015, cuando hubo 6,1 millones de nuevos contagios.

Según el informe, 10,4 millones de personas estaban enfermas de tuberculosis en 2016 y, de ellas, el 90 % eran adultos, el 65 % eran hombres y un 10 % eran personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que debilita el sistema inmunitario y aumenta la posibilidad de sufrir esta enfermedad.

El fenómeno del fortalecimiento de la tuberculosis por el VIH tiene una especial incidencia en África, donde se concentran el 74 % de las personas con VIH que se infectaron de tuberculosis en 2016.

A nivel regional, Raviglione destacó que hay siete países que concentran el 54 % de los casos de tuberculosis: India, Indonesia, China, Filipinas, Pakistán, Nigeria y Sudáfrica.

Con respecto a Latinoamérica, Raviglione explicó que la región está menos afectada que otras, como África o buena parte de Asia, e indicó que el desarrollo de tratamientos permite que actualmente América Latina concentre solo el 3 % de los 10,4 millones de casos que existen actualmente.

Entre los países que sufren más esta enfermedad, se encuentra Brasil, donde se registraron 82.766 casos en 2016, especialmente en las favelas, que Raviglione consideró como la “incubadora” de esta enfermedad en ese país debido a la imposibilidad de acceder a atención médica debido a la pobreza.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta típicamente a los pulmones, pero que puede afectar a otros órganos.

La enfermedad se transmite por el aire cuando las personas con tuberculosis pulmonar expulsan la bacteria que la causa, por ejemplo al toser.

Sin tratamiento, el índice de mortalidad de la tuberculosis es alto, pero con un tratamiento adecuado el índice de éxito es de alrededor del 85 %.

Hasta 1940, no se desarrollaron los primeros tratamientos efectivos contra esta enfermedad y el de mejor resultados, la Rifampicina, no estuvo disponible hasta los años sesenta.

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