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Comprometido a levantarse Yabucoa, el primer municipio que recibió a María

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Olvidando la drástica experiencia de haber sido los primeros testigos de los estragos de del huracán María hoy hace un mes, los ciudadanos del municipio de Yabucoa, al sureste de Puerto Rico, se han comprometido a levantarse y tratar de normalizar su diario vivir.

“Poco a poco la gente se va levantando. No muy rápido, pero vamos ahí”, afirmó a Efe Adalberto Camacho Reyes, en la entrada de su afectado negocio, “La tiendita Picú, la original”, ubicado hace 22 años en la Calle Catalina Morales del municipio.

Los intensos vientos del poderoso huracán María, de categoría 4 -la segunda más poderosa en la escala Saffir-Simpson- destruyeron la mayoría de los establecimientos y residencias en Puerto Rico construidos en madera y zinc, y mayormente las de Yabucoa, incluyendo el negocio de Camacho Reyes.

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A causa de la destrucción de su establecimiento, Camacho Reyes improvisó y ubicó una limitada cantidad de productos enlatados que salvó del embate del ciclón, como habichuelas y salchichas, y de miscelánea como pequeñas cajas de sazón y sopas, café, detergente, azúcar, aceite para cocinar y refrescos enlatados.

“Me estoy levantando poco a poco. He vendido cositas por ahí, pero no es como antes”, añadió Camacho Reyes, quien lamentablemente no cuenta con un toldo para su techo ni un generador de electricidad para mantener frescas algunas de las carnes que vendía.

“Hace falta la luz, el agua. Me hace falta el techo porque todo se está mojando aquí, pero vamos a repararlo porque esto es alquilado”, aseguró el comerciante.

La escena actual de Yabucoa es similar a la de todo Puerto Rico tras el embate: árboles y postes eléctricos caídos, ríos desbordados y estructuras con techos de zinc hechas añicos.

La caída total de la electricidad en toda la isla luego del paso de María fue una de las mayores preocupaciones para sus residentes, así como para los negocios de comida o pequeñas tiendas, aunque muchos de estos utilizan generadores de electricidad, a pesar de que el combustible pueden sobrepasar las ganancias diarias.

Con un generador de electricidad, con el que puede conectar una estufa de gas, así como utilizando un fogón que opera con leñas de madera y fuego al estilo antiguo en Puerto Rico antes de que llegaran las primeras estufas eléctricas, es que el chef Juan Nieves ha podido operar en el negocio de su cuñado.

Y es que en la llamada “Ciudad del nuevo amanecer”, Nieves estableció hace tres semanas en el negocio de venta de almuerzos de su cuñado, bautizado ahora como “El sobreviviente”, porque sobrevivió los embates de María pese a estar ubicado al lado de un río y su techo construido en zinc.

En entrevista con Efe, Nieves, capitán del Equipo Nacional Culinario de Puerto Rico, elabora almuerzos de arroz blanco, habichuelas, pollo frito o bacalao a solo cinco dólares “si el cliente lo tiene”, pues para él “lo importante es darle comida caliente a la gente”.

“Es cuesta arriba operar sin agua ni luz. Hemos vuelto a los tiempos de antes usando el fogón. El sacrificio es grande en madrugar para conseguir todos los productos y empezar a cocinar”, contó Nieves, padre de dos hijos y chef del restaurante Funche en el Jardín Botánico de Caguas, municipio cercano a Yabucoa.

Para Nieves, la situación actual en Puerto Rico es “difícil para algunos” por haber perdido todas sus pertenencias, ha sido “agradable por la unión familiar”.

“No hay celulares, no hay internet y uno tiene que recurrir a los juegos con los niños. También ahora podemos hablar más con ellos y tratar de ayudar a quien sea. Esto despertó ese sentimiento de ayuda de la gente y creo que ha sido una de las partes más positivas”, aseveró.

De igual forma sobrevive económicamente Marilyn Armán Montañez, propietaria de “Bajo un Palmar Pub La Burbu”, negocio ubicado en el sector Camino Nuevo y dedicado mayormente a la venta de pastelillos rellenos de carne, pollo, camarones, jueyes, chapín o pizza, y pollos asados.

“Por lo menos veo a la gente más optimista y no como al principio, que era un caos. Las filas de las gasolineras eran inmensas y la gente desesperada, pero gracias a Dios ya se están normalizando todo”, relató Armán Montañez a Efe.

“Las ventas van bien. Puerto Rico se está levantando y aquí mucha gente quiere salir adelante. Ves a la gente con ánimo”, aseguró la “azucarera”, apelativo a los residentes de Yabucoa, uno de los municipios de mayor tradición de béisbol aficionado y de cultivos de plátanos.

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