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Foro destaca nexo entre libertad y prosperidad y señala a Cuba y Venezuela

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Representantes de los sectores público y privado de EE.UU. y América Latina participaron hoy en Miami en un foro en torno a la idea de que la prosperidad va de la mano de la democracia y la libertad y en el que Venezuela y Cuba fueron señalados como los puntos negros de la región.

El gobernador de Florida, Rick Scott, convocante de la llamada Cumbre Latinoamericana 2017, pidió al inicio de la reunión un “momento de silencio” por las al menos 58 personas asesinadas en Las Vegas por un francotirador y por sus familias.

Después pasó a ofrecer toda su ayuda a Puerto Rico para superar el desastre causado por el huracán María, inclusive para los boricuas que decidan trasladarse a Florida, de quienes se van a encargar tres centros especiales establecidos con ese fin, dos en Miami y uno en Orlando (centro del estado).

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Sin embargo, no fue Puerto Rico el protagonista de esta reunión destinada también a reafirmar los lazos de Florida con América Latina y su vocación de ser la puerta de entrada a esa región.

Venezuela y Cuba fueron los países más mencionados como ejemplos de falta de democracia y libertad y, por ende, de prosperidad en este foro.

Argentina, representada por el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, por el contrario, fue puesta como el ejemplo contrario y como el lugar de América Latina “con más potencial” para la inversión actualmente,

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, hizo hincapié en que este organismo fue creado para defender la democracia, los derechos humanos y la libertad y los países miembros deben estar comprometidos con esos valores.

Venezuela, un país, donde según Almagro, el Gobierno ha “robado” la soberanía que reside en el pueblo y acabado “completamente con el imperio de la ley”, ocupó la mayor parte de su intervención.

Almagro opinó que las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro deberían ser “más fuertes y más generales” y estar acompañadas de presión interna para ser más eficaces, una fórmula que funcionó en el caso del régimen sudafricano del “apartheid”.

En unas declaraciones a los periodistas, el dirigente opositor venezolano en el exilio Carlos Vecchio indicó en el mismo sentido que Almagro que es necesario mantener las movilizaciones contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y agregó que no basta con las sanciones estadounidenses.

“Se necesitan sanciones multilaterales, que se sume la Unión Europea”, señaló.

Scott por su parte anunció que promoverá un proyecto de ley que “prohíba estrictamente” al estado de Florida y todas sus agencias invertir en cualquier empresa que haga negocios con el Gobierno de Maduro.

“Las empresas pueden optar entre apoyar al régimen de Maduro o buscar inversiones del estado de Florida, no ambas cosas”, dijo.

Almagro no quiso referirse expresamente a la situación en Cuba, único país de América que no forma parte de la OEA, según recalcó, pero sí se refirió a los miles de funcionarios cubanos que están presentes en Venezuela como una “fuerza de ocupación”.

Cuando los asistentes le insistieron sobre la posición respecto a Cuba dijo que le gusta la idea de celebrar un referéndum entre los cubanos para ver qué sistema político quieren, una propuesta del fallecido Osvaldo Payá que mantiene viva su hija Rosa María Payá.

A la reunión asistieron varios congresistas republicanos estadounidenses, la mayoría de origen hispano, como Ileana Ros-Lehtinen, quien, fuera de la tribuna, informó de que este martes presentará en Washington una propuesta de ley para condicionar la ayuda que recibe Nicaragua de organismos multilaterales y agencias estadounidenses a que sea “una verdadera democracia”.

Otros congresistas hablaron de Colombia y del nuevo escenario de tras el acuerdo de paz suscrito entre el Gobierno y las FARC, así como del aumento de la producción de cocaína en ese país.

El congresista Mario Díaz-Balart señaló que “EE.UU. continuará ayudando a Colombia, siempre y cuando en el país descienda la producción de cocaína”.

“No queremos que nuestras ayudas y recursos acaben financiando a las FARC”, añadió Díaz-Balart.

Carlos Curbelo, también de la Cámara de Representantes, afirmó sobre el mismo tema: “nunca diremos a los colombianos cómo hacer las cosas, porque son un estado soberano, pero no queremos ver cómo nuestros recursos contribuyen a legitimar a las FARC”, una organización, que es “terrorista” y lo seguirá siendo “mientras exista”.

Por su parte, el senador Marcos Rubio afirmó que Colombia, si sigue en el camino actual, dominará el mercado de la cocaína.

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