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Alazanes buscará el título del Caribe en la posible última Serie con cubanos

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Los Alazanes de Granma del entrenador Carlos Martí llegaron hoy a Culiacán, noroeste de México, confiados en que pueden ganar la Serie del Caribe de béisbol en la que puede ser la última participación de Cuba en el certamen.

“Estamos motivados, bien preparados y vamos juego por juego”, dijo hoy el mentor Carlos Martí, uno de los manejadores más prestigiosos de Cuba en los últimos 30 años pero que apenas acaba de ganar su primer título de Serie Nacional, lo cual le ha servido para ser nombrado manager de Cuba en el Clásico Mundial.

Aunque cuenta con jugadores profesionales como el jardinero Alfredo Despaigne, del Chiba Lotte Marine de Japón, Cuba no tiene una liga profesional y si no instaura una en los próximos meses, algo improbable, no será aceptada más como invitada a la Serie que se juega con los campeones de invierno de República Dominicana, México, Venezuela y Puerto Rico.

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Mañana los Alazanes debutarán contra los Tigres de Licey dominicanos, el equipo con más triunfos en la Serie con 10, y Martí utilizará al lanzador Lázaro Blanco, ganador de 17 juegos en la temporada cubana y desde hace unos años considerado uno de los mejores lanzadores de la isla.

“Vamos a salir a divertirnos, si perdemos al otro día hay otro partido”, dijo Martí antes de salir de Cuba y hoy lo ratificó en Culiacán como una manera práctica de asumir un campeonato de siete días en el que la diferencia la marcarán los de mejor rendimiento en los dos últimos.

Dirigidos por Alfonso Urquiola al frente de los Vegueros de Pinar del Río, Cuba ganó la Serie del Caribe del 2015 con la estrategia que hoy piensa aplicar Martí. Se clasificó con lo justo y ya en la fase de los cuatro mejores mostró el mejor nivel y ganó el cetro al derrotar en la final a los Tomateros de Culiacán.

Cuba fue el rey en la primera etapa de la Serie; ganó siete de la primera docena de campeonatos, cinco de ellos consecutivos, pero en 1959 el Gobierno de Fidel Castro prohibió el profesionalismo y el talento de los peloteros de la isla se quedó en la liga doméstica hasta que en los finales del siglo pasado algunos se decidieron a emigrar y revivieron la presencia cubana en Grandes Ligas.

Este martes, después de un viaje iniciado en la madrugada, los cubanos llegaron cansados a Culiacán, a unos 1.200 kilómetros de la ciudad de México, y tomaron la tarde para hacer estiramentos ligeros y descansar para mañana, cuando liderados por Blanco enfrentarán a los Tigres de Licey que usarán al lanzador zurdo Johan Flande, quien jugó Grandes Ligas el año pasado con los Rockies de Colorado.

Será un partido que, si no ocurre un cambio radical en la manera de ver el béisbol en Cuba, significará el principio de un nuevo fin para la isla que ya estuvo ausente de la Serie del Caribe durante 55 años, pero si se va, esta vez será por tanto tiempo porque en el siglo XXI el mundo es otro y los cubanos tratan de insertarse en él.

El Alazanes-Tigres abrirá el torneo mañana, seguido del debut de los Águilas de Mexicali de México frente a los Criollos de Caguas de Puerto Rico.

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