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Triple valla de Yuma se perfila como “modelo” para el “gran muro” de Trump

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Yuma, una desértica ciudad en la frontera suroeste de Arizona, está separada de México por una triple barrera que Donald Trump describió como “modelo” para construir su “gran muro” en su libro de 2015, “Crippled America” (“Estados Unidos paralizado”).

La triple valla que se extiende sobre nueve millas a lo largo de la frontera de Yuma en Arizona es para muchos el modelo “perfecto” para frenar el flujo de inmigrantes indocumentados y de drogas a través de la frontera sur del país.

La construcción de esta barrera es sencilla, una primera valla de 18 pies de alto colocada en la frontera con México, después una separación de aproximadamente 210 pies, donde está una segunda valla de 16 pies de alto, luego otro espacio más y finalmente una tercera valla de 6 pies de alto.

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De esta manera, la triple valla que cubre varias millas permite una clara y amplia vista a los agentes fronterizos desplegados en esta región fronteriza con México.

Hasta el momento, la triple valla de Yuma es el único modelo conocido de como podría ser el “gran muro” que el presidente Donald Trump quiere tras firmar este miércoles una orden ejecutiva para comenzar “en meses” su construcción.

En su libro “Crippled America, How to Make America Great Again”, publicado en el 2015, Trump alaba la efectividad del la triple valla de Yuma y la califica como “modelo” para un muro con México que sea impenetrable para los indocumentados y traficantes de drogas.

La construcción de la valla fue parte de la aprobación de una legislación federal que amplió el muro fronterizo durante la administración del presidente George W. Bush, quien en el 2006 visitó el sector de Yuma y presenció in situ las operaciones de la Patrulla Fronteriza.

Antes de la construcción de la triple valla, la frontera de Arizona era considerada como el “punto cero” de la inmigración indocumentada.

La frontera de Yuma era considerada “tierra de nadie”, una región caótica donde solo existía un valla de ocho pies de alto que cubría la zona urbana.

Los inmigrantes indocumentados pasaban por cientos, algunos cruzando el muro, otros por autos y otros más por la zona desértica.

Los contrabandistas continuamente usaban una técnica donde docenas de inmigrantes trataban de cruzar la frontera simultáneamente, lo que ponía en aprietos a los agentes fronterizos al intentar detenerlos.

Sólo en el año fiscal 2005, la Patrulla Fronteriza arrestó a 138.438 indocumentados en este sector, un promedio de 800 indocumentados por día.

Pero, después de la edificación de la triple valla, el arresto de indocumentados descendió hasta en un 90 por ciento.

Recientemente, en el año fiscal 2015 se reportaron tan solo 7.142 arrestos, pero en 2016 esa cifra volvió a elevarse a 14.170 detenciones.

La Patrulla Fronteriza atribuye el incremento de arrestos al elevado número de inmigrantes provenientes de otros países que no es México, que buscan asilo político como es el caso de familias centroamericanas.

La triple valla cambió el “juego” ya que ahora cuando un inmigrante indocumentado intenta cruzar los obstáculos eso le puede tomar bastante tiempo hasta lograrlo, un tiempo necesario para ser detectado por los agentes fronterizos quienes lo detienen antes de que cumpla su cometido.

El sector de Yuma cuenta también con otras 115 millas con distintos tipos de barreras que se adaptan a las características del desierto de Arizona y que buscan evitar el cruce de autos utilizados para el tráfico de drogas.

“El sector de Yuma vio una increíble caída en el número de personas tratando de cruzar la frontera de manera ilegal, y el mío sería mucho mejor”, escribió Trump en su libro.

No obstante, la triple valla en Yuma no es la única razón por el descenso en el arresto de inmigrantes, sino también se debe a una combinación de más presencia de agentes fronterizos, cámaras, sensores y tecnología punta.

Además, el senador por Arizona, John McCain, impulsa la idea de volver a imponer en este sector el programa federal conocido como “streamline”, que penaliza con días de cárcel a inmigrantes indocumentados que son arrestados cuando cruzan la frontera.

Para críticos del Gobierno federal como Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos en Arizona, el “éxito” del sector de Yuma es cuestionable ya que en general la inmigración indocumentada ha descendido a lo largo de toda la frontera y no solamente en esta región.

“Esta triple valla solamente movió el flujo migratorio a otras regiones como Texas”, detalló García a Efe.

Pero, para políticos y grupos que se oponen a la inmigración indocumentada, la triple valla en Yuma es el “modelo a seguir” y ha demostrado su efectividad en frenar el flujo migratorio.

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